Cómo es la misión de la NASA para golperar un asteroide y desviar su trayectoria

Se trata de una prueba de "defensa planetaria" que debería permitir proteger mejor a la Tierra de una eventual amenaza futura

La idea de que un asteroide impacte sobre la Tierra y la destruya es un argumento bastante taquillero en Hollywood. Primero estuvo, por ejemplo, Armagedón, en 1998, donde se cuenta la historia de un equipo de astronautas que es enviado al espacio con la misión de salvar a la Tierra de la destrucción. Y luego el año pasado, Don’t Look Up, en la que dos astrónomos descubren que en pocos meses un meteorito destruirá el planeta Tierra y nadie parece querer escucharlos.

Pero más allá de las películas de ciencia ficción, la NASA intentará este lunes algo que nunca antes se había hecho y que parece salido de la pantalla grande: desviar la trayectoria de un asteroide. ¿Cómo piensa hacerlo? Estrellando contra él una nave kamikaze, en una prueba de "defensa planetaria" que debería permitir proteger mejor a la Tierra de una eventual amenaza futura.

La misión de redirección de asteroides DART despegó en noviembre desde California. Después de diez meses de viaje, la nave espacial debería chocar contra el asteroide Dimorphos en la noche de este lunes, a una velocidad de 20.000 km/h. La nave no es más grande que un automóvil y el asteroide tiene unos 160 metros de diámetro, un poco menos del doble que la altura del Palacio Salvo.

A diferencia de lo que ocurría en las películas, Dimorphos no representa un peligro para la humanidad de ninguna manera: su órbita alrededor del Sol pasa a siete millones de kilómetros de la Tierra en su punto más cercano. Aun así, la NASA remarcó que es importante tener esta maniobra ensayada antes de que sea “una necesidad real". Aunque muy pocos de los asteroides conocidos se consideran potencialmente peligrosos, y ninguno lo será en los próximos 100 años.

Un detalle importante es que la nave no busca destruir el asteroide sino empujarlo ligeramente. Para alcanzar un objetivo tan pequeño, la nave se dirigirá de forma autónoma durante las últimas cuatro horas, como un misil autodirigido.

Su cámara tomará en el último momento todas las imágenes del asteroide, cuya forma aún se desconoce. Tres minutos después del impacto, un satélite del tamaño de una caja de zapatos pasará a unos 55 km del asteroide para capturar imágenes de la colisión, que serán enviadas a la Tierra en las próximas semanas y meses.

Luego, una sonda europea, que despegará en 2024, observará de cerca a Dimorphos en 2026 para evaluar las consecuencias del impacto y calcular, por primera vez, la masa del asteroide. Si DART no logra su objetivo, la NASA tendrá otra oportunidad dentro de dos años, pues la nave espacial contiene suficiente combustible para otro intento.

Pero si tiene éxito, será el primer paso hacia un mundo capaz de defenderse de una futura amenaza espacial. "La Tierra fue golpeada por asteroides durante miles de millones de años y volverá a suceder. Como humanos, asegurémonos de vivir en una civilización donde podamos evitarlo", declaró uno de los responsables de la misión.


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