Según Unicef, los niños y niñas son la población más vulnerable en internet.
El internet es un arma de doble filo. Si bien su irrupción en la cotidianidad de millones de personas facilitó el intercambio y el acceso a la información, y también impulsó la proliferación democrática de nuevas voces, su uso también trae riesgos.
Estamos atravesando la era de la posverdad, donde ya los datos objetivos tienen menos importancia para el público que las opiniones y emociones que suscita. Esto implica que en internet constantemente nos estemos cruzando con información sesgada, discriminatoria y violenta, construida muchas veces desde narrativas falsas que fomentan la desinformación.
Esto provoca, según un informe de Unicef, que el derecho de todas las personas a la información se desvirtúe y comprometa otros derechos, como el derecho a la protección, la privacidad o la no-discriminación.
En este contexto, parecería que tener un día para recordar la importancia de la seguridad en internet es bastante conveniente. Por eso este martes, como cada segundo martes de febrero, se celebra el Día de la Internet Segura con el foco puesto en las infancias.
¿Por qué en las infancias? Porque según el informe de Unicef esta es la población más vulnerable en internet y pone algunos ejemplos comunes. Como que un escolar esté buscando información para un trabajo y se encuentre con datos falsos. O que se interesen por una noticia que vieron en la televisión y terminen en foros que fomentan discursos de odio y narrativas falsas. O también que estén buscando videos de dibujos animados o un videojuego y se encuentran con contenidos para adultos, como pornografía o juegos de apuestas.
Ahora bien, ¿la solución es limitar su acceso a internet? Unicef asegura que no, ya que esto supone privar a los niños de una valiosa herramienta para su desarrollo. Lo que sugiere la organización, en cambio, es involucrarlos en la discusión, dotarlos de habilidades básicas para navegar en la web, y conversar con ellos sobre las oportunidades y riesgos potenciales que implica.
Esto, para que sea más efectivo, debería darse en tres niveles. Primero a nivel de políticas públicas, donde los Estados exijan a las empresas proveedoras de servicios en internet que generen filtros y herramientas para la navegación de los más chicos. Luego a nivel educativo con programas de alfabetización digital. Y por último a nivel familiar, donde se establezcan modelos de conducta, hábitos y buenas prácticas para estar en la web.
El entorno digital forma parte de la vida real, no es un universo paralelo que se rige por sus propias normas. Es por eso que el Día de la Internet Segura invita a tomar conciencia, no solo de las estrategias para estar más seguros a nivel de ciberseguridad, como mejorar tus contraseñas, sino también sobre cómo los usuarios deben empoderarse para hacer valer sus derechos también en internet.
