Vamos a conocer apenas una arista de uno de los negocios más redituables en todo el mundo.
En 2019, Pornhub recibió 115 millones de visitas diarias. En 2017 fue de 80 millones.
En una encuesta realizada a 1.753 chicos y chicas de entre 13 y 17 años por la ONG internacional Save the Children, el 62,5 % indicó que vio pornografía alguna vez en su vida. Entre los chicos, el 87,5 %, y entre las chicas, el 38,9 %. El 53,8% la vio entre los 6 y los 12 años. El 46,2% la vio entre 13 y 17 años.
El 68,2% consumen estos contenidos de forma frecuente. El 51,2% accede mediante el intercambio entre sus amistades de fotos o vídeos por WhatsApp o redes sociales.
El 28,5% la primera toma de contacto responde a una búsqueda activa, indican los varones, mientras que en el caso de las mujeres el 17,4% indicó que fue de forma accidental, mientras navegaba por internet.
Para el 30% de los y las adolescentes la pornografía es el único recurso para aprender sobre sexualidad. Este es un dato que llama la atención más que nada de quienes se dedican a la salud sexual.
Se estima que cada año la industria web del porno factura cerca de 36 mil millones de dólares y desde hace años es una tendencia que va al alza.
Una industria tan grande necesariamente implica varias particularidades en su consumo. Es por eso que consultamos al sexólogo clínico y presidente de Academia Internacional de Sexología Médica para conocer cómo consumen pornografía los uruguayos y cómo impacta este consumo entre los adolescentes.
"El consumo más frecuente para la población uruguaya de pornografía es a través de internet. Las redes por lejos que más consumo de pornografía es el Twitter en primer lugar, después en Instagram, después en páginas web", explicó Santiago Cedrés.
El consumo de pornografía aumentó un 11% a nivel mundial en los últimos meses. "Esto implicó, por el confinamiento, más horas de conexión, implicó que internet pasara a ser dentro de la modalidad de la sexualidad un nuevo educador sexual", agregó Cedrés.
Esto quiere decir que para los adolescentes, la pornografía en internet es moneda corriente. ¿Esto necesariamente es algo malo?
"Es positivo usarla como estrategia de estímulos o inductores visuales para la auto estimulación, es muy positivo en el contexto de pareja o parejas para enriquecer la respuesta sexual, pero cuando es un consumo único, exagerado o el abuso ahí puede haber un consumo problemático de pornografía que puede afectar la salud sexual de la persona", explicó Cedrés.
Al mismo tiempo, los especialistas advierten que la pornografía instala dinámicas violentas y desiguales.
"Lo que tenemos que aprender es a criticar desde el punto de vista de los valores qué modelos vinculares aparecen. El sometimiento de la mujer, la desigualdad, la conducta que una figura domina a la otra, pocas veces son relaciones horizontales o parejas o esos valores que se van introyectando hay que aprender a criticarlos", dijo el sexólogo.
En ese sentido, Cedrés asegura que Uruguay tiene un gran debe en la educación sexual de los más jóvenes.
"Uno piensa que hablar de sexualidad es hablar de anticoncepción o de prevenir enfermedades, pero el objetivo de la educación sexual es el placer, el derecho al placer", sentenció el especialista.
