Desde hace un tiempo a esta parte, algunos fabricantes de joyas lo están rescatando para reutilizarlos en sus procesos de fabricación.
Teléfonos inteligentes, computadoras, televisores o consolas de videojuegos, todos estos aparatos electrónicos con los que interactuamos a diario tienen en su interior metales preciosos.
Históricamente esos metales, como el oro o la plata, eran descartados de a toneladas. Sin embargo, desde hace un tiempo a esta parte, algunos fabricantes de joyas los están rescatando para reutilizarlos en sus procesos de fabricación.
Los minerales preciosos están allí porque son grandes conductores de electricidad y vuelven a los teléfonos más rápidos y estables. Sin embargo, el Foro Económico Mundial señaló que “las empresas de electrónica gastan una fortuna comprando y procesando minerales preciosos, solo para verlos enterrados en vertederos”.
Las marcas que están rescatando estos minerales utilizan un proceso de extracción bien concreto: desarman los aparatos de forma manual, separan sus componentes y luego trituran las placas y los circuitos. Ese material triturado pasa luego a un horno y allí los residuos se separan en dos.
Por un lado queda una especie de pasta que se utiliza para fabricar productos más rústicos, como asfalto, y por el otro una masa metálica mixta compuesta principalmente de oro, cobre y plata. Esa combinación pasa por varios procesos hasta alcanzar un material refinado y de alta calidad que es el que se utiliza para confeccionar joyas.
Esto podría ayudar a disminuir los niveles de minería en el mundo, una actividad absolutamente devastadora con el medio ambiente.
Se estima que para extraer diez gramos de oro es necesario desplazar cinco toneladas de tierra, mientras que con apenas una tonelada de residuos electrónicos se pueden conseguir 300 gramos de oro. En este sentido las cuentas parecen inclinarse a favor del reciclaje.
Teniendo en cuenta que dos tercios de las reservas de oro del mundo ya fueron extraídas, vale pensar en la reutilización como una opción viable no solo en el corto sino también en el largo plazo.
Tanto es así que algunas marcas de joyería de lujo, como es el caso de Pandora, aseguraron que para 2025 toda su producción de piezas será con materiales reciclados.