El efecto "isla de calor", su impacto en las ciudades y el rol de los árboles en verano

Una investigación publicada en la revista científica The Lancet, que investigó más de 90 ciudades europeas, asegura que más árboles en las ciudades provocarían menos muertes prematuras por calor. 

En Montevideo hay más de 211.478 árboles plantados en veredas, según datos recabados por el diario El País. A esto se le pueden sumar los más de 85.000 árboles en espacios verdes y plazas.

Las zonas con mayor concentración de árboles en la capital son Carrasco Norte, Carrasco y La Cruz de Carrasco, mientras que Ciudad Vieja, Centro, Barrio Sur y parte de La Aguada son las que tienen menos.

Que haya una mayor o menor cantidad de árboles en una zona determinada no solo influirá en la oxigenación del lugar o su armonía estética, sino también en su temperatura.

Una investigación publicada en el último número de la revista científica The Lancet, que investigó más de 90 ciudades europeas, asegura que más árboles en las ciudades provocarían menos muertes prematuras por calor.

Según detalló la autora del estudio al portal especializado Materia, los científicos realizaron “una evaluación del impacto en la salud de la isla de calor en estas urbes”, y la compararon con un escenario hipotético en el que aumentaron la cobertura de árboles un 30% en toda la ciudad. A partir de ahí realizaron una modelización para explicar la mortalidad que se podría prevenir y el resultado fue que solo plantar más árboles ayudaría a reducir el 33% de estas muertes a causa del calor.

El asfalto es uno de los principales responsables del efecto isla de calor, que es cuando el suelo retiene calor durante el día y lo libera por las noches. El asfalto suele ser un material impermeable, por lo que no filtra el agua como lo hace la tierra y provoca que durante la noche el calor se libere aumentando la temperatura del ambiente. La geometría urbana y el tipo de edificaciones también tienen una fuerte influencia en la concentración del calor dentro de una ciudad.

En los meses de verano, el asfalto puede alcanzar 65 grados de temperatura y calentar el aire que hay sobre él. En promedio, el 40% de las ciudades del mundo están cubiertas con este material. La tierra, en cambio, absorbe la lluvia y cuando hace mucho calor el agua se evapora por el sol y es liberada a la atmósfera refrescando el ambiente.

Son varios los urbanistas en Uruguay y el mundo que apuntan a que los espacios verdes son clave para el desarrollo de una ciudad inteligente que pueda paliar el impacto de la crisis climática. Además, está demostrado que una mayor presencia de verde reduce la contaminación del aire, disminuye la contaminación sonora, promueve la actividad física y mejora la salud mental de los habitantes.

 


Las Más Vistas