El moderno telescopio espacial James Webb deja la tierra en octubre: ¿qué espera obtener la ciencia?

Será lanzado al espacio luego de más de quince retrasos por problemas técnicos y falta de la tecnología adecuada; se iba a lanzar inicialmente en la década del 2000.

Un telescopio del futuro, pero para ver el pasado.

Esa es una buena manera de definir al James Webb, un telescopio espacial que se colocará en órbita alrededor del Sol a un millón y medio de kilómetros de la Tierra. Para tener una referencia, otro telescopio espacial, el Hubble, lanzado en 1990 y que aún funciona, gira alrededor de nuestro planeta a 600 km.

¿Cómo puede un telescopio del futuro mirar al pasado? Por la luz. La luz viaja a 300 mil kilómetros por segundo. Es por eso que cuanto más lejos está un objeto, más para atrás lo vemos en el tiempo. La luz del Sol, por ejemplo, nos llega a la Tierra con 8 minutos de retraso, mientras que la de las estrellas puede tardar mil millones de años, por su distancia. Es por eso que las estrellas que están en nuestro cielo hoy en realidad existieron así como las vemos hace mil millones de años. Lo mismo sucede con otras galaxias.

Un telescopio como el James Webb está diseñado para observar mundos y planetas que están abrumadoramente lejos de nuestro Sistema Solar.

El artefacto se lanzará desde Guyana en octubre para observar así los confines del Universo, tras quince retrasos por problemas técnicos y falta de la tecnología adecuada.

El James Webb fue diseñado en la década de 1990 y se iba a lanzar inicialmente en la década del 2000. Ya lleva una inversión de 10 mil millones de dólares.

El telescopio será transportado desde Estados Unidos en barco a Guyana, desde donde será lanzado por un cohete Ariane V.

"Es como construir un reloj suizo de 12 metros de alto, 25 de largo y 12 de ancho, y prepararlo para un viaje al vacío, a -240 °C", dijo en una conferencia de prensa el fabricante principal.

Y agregó: "Webb no se construyó simplemente para hacer lo que hace Hubble mejor. También fue construido para responder preguntas sobre el cosmos y sus orígenes que no podemos responder de otra manera".

El programa de observación para el primer año de actividad del telescopio ya se estableció. Científicos de 44 países presentaron más de 1.000 proyectos en total, de los cuales poco menos de 300 fueron seleccionados por un comité especializado.

Entre ellos figura la observación de exoplanetas -es decir, de planetas que se hallan fuera de nuestro sistema solar-, que con el telescopio permitirá analizar la composición de la atmósfera, en busca de agua o CO2 por ejemplo. En otras palabras, explorar las atmósferas de mundos que podrían albergar vida.

Webb explorará todas las fases de nuestra historia cósmica y está siendo probado con minucia en la Tierra porque irá a lugares donde nadie podrá arreglarlo jamás si se rompe o deja de funcionar.

Aún así, vamos a tener que esperar por lo menos seis años para que la misión se complete y la Humanidad pueda hacer uso científico del James Webb.

El telescopio espacial fue desarrollado por las agencias espaciales de Estados Unidos, Europa y Canadá.

Fue desarrollado por las agencias espaciales de Estados Unidos, Europa y Canadá. El espejo del telescopio es demasiado grande para entrar en un cohete (mide 6,5 metros de diámetro). Los ingenieros tuvieron que diseñar un sistema que le permitiera plegarse como un origami y abrirse en el espacio.


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