Hace poco se inauguró en Suecia una planta de reciclaje única en el mundo que puede convertir la ropa vieja en moda nueva y de alta calidad.
La sustentabilidad en la moda está de moda. Cada vez son más las iniciativas locales o internacionales que buscan disminuir el impacto ambiental que deja sobre nuestro planeta una de las actividades productivas más contaminantes de todas.
Hasta ahora, cuando vemos que una prenda se comercializa como fabricada con materiales reciclados hay que mirar la letra chica, ya que en realidad solo contiene un pequeño porcentaje de algodón reciclado. Tal vez con prendas de tejidos sintéticos se puedan hacer otras cosas -como botellas, redes de pesca o alfombras- pero no una prenda cien por ciento reciclada. Esto en el circuito comercial, claro, porque para la pequeña escala siempre puede haber alguna alternativa emprendedora.
No obstante, hace poco se inauguró en Suecia una planta de reciclaje única en el mundo que puede convertir la ropa vieja en moda nueva y de alta calidad.
“Los grandes fardos de residuos de algodón se vierten en cintas transportadoras, se trituran y, con la ayuda de productos químicos, luego se descomponen en un lodo húmedo”, detalló un reportaje publicado en The New York Times. Y agregó: “Esa pasta, conocida como pulpa disuelta, se blanquea, se seca, se estampa en hojas de lo que parece ser papel reciclado para manualidades y se envía a los fabricantes para que se convierta en tejidos como viscosa para la ropa”.
La viscosa es un líquido que se utiliza para la fabricación del rayón. Y el rayón es una fibra sintética, fabricada a partir de fuentes naturales regeneradas, en este caso algodón.
Esta fábrica es uno de los primeros pasos concretos para instalar un sistema que sea capaz de convertir la ropa vieja en prendas nuevas de alta calidad y fabricadas en su totalidad con tejido reciclado. Aunque no es la única. Se estima que hay media docena de empresas emergentes que en los últimos años buscan el reciclaje comercial de textiles.
Aun así no todos son buenas noticias. Esta fábrica solo acepta para el reciclaje prendas hechas completamente de algodón puro y lo cierto es que hoy la mayoría de las prendas que circulan en el mercado de la moda rápida están hechas de mezclas sintéticas.
Sin embargo, su capacidad de reciclaje no es para nada despreciable: 120.000 toneladas métricas de textiles al año. Pero luego tiene que haber marcas dispuestas a confeccionar prendas con este tejido reciclado.
Parece ser que ante el aumento en el interés de los consumidores por este tipo de textiles, grandes marcas internacionales se comprometieron a invertir en la fábrica y poner en circulación ropa confeccionada gracias al reciclaje.
Ante esta movida, empresas en Finlandia, Australia y Estados Unidos buscan replicar la estrategia sueca. Incluso alguno de estos proyectos dice que podrá reciclar algodón mezclado con poliéster para 2024.
Según The New York Times, en un informe publicado este año por la consultora McKinsey aventuró que “sería necesario invertir de seis a siete mil millones de dólares para 2030 con el fin de manejar al menos el 18% de los desechos textiles generados en Europa”.
