Futbolistas de élite tienen capacidades de resolución de problemas y de memoria superiores a las del resto de la gente, según estudio 

Uno de los grandes factores que determinan el buen rendimiento es la flexibilidad cognitiva —la habilidad para adaptarse rápidamente a situaciones cambiantes— lo que les permite anticipar jugadas, identificar oportunidades y ajustar estrategias de juego en segundos.

Durante años se diferenció a un deportista de élite de uno convencional con base en cualidades físicas: velocidad, resistencia, fuerza. Sin embargo, la ciencia empezó a trabajar sobre otro aspecto: la mente y las capacidades cognitivas.

El perfil psicológico y cognitivo de una persona puede hacer la diferencia entre convertirse en un deportista de élite o no. Un nuevo estudio publicado en la revista PNAS analizó 204 jugadores de elite de Brasil y Suecia —incluyendo mujeres— y 124 personas de control (que también hacen deporte).

Luego de distintas pruebas cognitivas y de personalidad, los investigadores encontraron que los futbolistas de élite presentan capacidades de planificación, resolución de problemas y memoria superiores a las del resto de la población. 

De hecho, uno de los grandes factores que determinan el buen rendimiento es la flexibilidad cognitiva —la habilidad para adaptarse rápidamente a situaciones cambiantes— lo que les permite anticipar jugadas, identificar oportunidades y ajustar estrategias de juego en segundos.

En el plano de la personalidad, obtienen puntuaciones elevadas en aspectos como niveles de consciencia (autodisciplina y organización), y apertura a la experiencia. en cambio, puntúan más bajo en neuroticismo y amabilidad. 

El estudio también conectó estos rasgos con el desempeño real, por ejemplo los que tienen mayor memoria de trabajo logran eludir oponentes, crear jugadas y asistencias más exitosas y los más creativos tienen tendencia a realizar mayor número de goles.

Más allá del fútbol, los autores señalan que este perfil coincide con el de expertos en otros campos exigentes, como ajedrecistas, músicos o gamers profesionales. Lo que sugiere que hay ciertas configuraciones mentales que favorecen a que un deportista sea de alto rendimiento o no.