Huellas dactilares: ciencia en la palma de la mano

Los científicos dicen que las huellas dactilares son algo así como nuestro “código de barras”. Se trata de un mundo entero de información que se esconde en algo pequeño y a veces invisible.

No hay dos huellas dactilares que sean iguales. Es por eso que los especialistas aseguran que se trata de uno de los procedimientos más fiables para identificar a un ser humano.

Pero ya vamos a hablar de lo que dicen de cada uno de nosotros nuestras huellas dactilares. Ahora, repasemos qué son y cómo llegan a nuestros dedos.

Se le llama huella dactilar a esos patrones o dibujos en la yema de los dedos. Estas marcas se crean a las diez semanas de gestación y son definitivas a los seis meses. Además de ser únicas, las huellas son inalterables, es decir que se mantienen iguales a lo largo de la vida. Cuando se lastiman, se regeneran exactamente con la misma forma.

Un informe divulgado en el portal de difusión científica OpenMind asegura que, aunque las huellas “están determinadas por la información genética de cada individuo, su desarrollo está influenciado por factores físicos como la ubicación exacta del feto en el útero o la densidad del líquido amniótico, por lo que ni siquiera en gemelos idénticos o en un clon con el mismo ADN las huellas dactilares de dos individuos pueden ser iguales”.

Las huellas, explica la científica Simona Francese, están formadas por tres moléculas. Moléculas de sudor -que todos producimos en distintas cantidades-, moléculas que introducimos a nuestros cuerpos y después sudamos, y moléculas con las que contaminamos nuestras huellas dactilares cuando nos encontramos con sustancias como sangre, pintura, grasa, pero también sustancias invisibles”. Precisamente esa presencia de moléculas cuenta quiénes somos y qué hemos hecho.

Francese utiliza tecnología de vanguardia para hacer hablar a esas moléculas ubicadas en las huellas dactilares y así resolver, por ejemplo, crímenes. Las acciones, el estilo de vida, las rutinas, todo está ahí, accesible en una huella dactilar. “Las moléculas cuentan todos nuestros secretos”, sentencia la experta.

Otros datos interesantes respecto a las huellas, son que otros animales, como primates y koalas, también las desarrollan; que el potencial neuromuscular de una persona puede determinarse a través de las huellas; y que algunos científicos intentan utilizar toda la información en la yema de los dedos para descifrar la genética y probar curas para ciertas enfermedades.


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