La actriz Ana Obregón alquiló un vientre para ser madre a los 68 años y desató un debate bioético y político en España

Esta práctica está prohibida en el país europeo.

Ana Obregón está en boca de toda España. Y esta vez no se trata de un nuevo programa de televisión o un desamor, sino de su maternidad.

La actriz y empresaria española, de 68 años, fue madre por alquiler de vientre o gestación subrogada de una niña que nació el 20 de marzo en un hospital de Miami, una noticia que causó revuelo en España por tratarse de una práctica que está prohibida en el país.

A eso se suma la edad a la que Obregón decidió volver a ser madre y el hecho de que ella manifestó públicamente en varias oportunidades estar en medio de un duelo devastador tras la pérdida de su primer hijo hace tres años. Todos estos elementos, sumado a que se trata de una mujer rica y famosa, generaron un cóctel del que salieron a opinar desde expertos en ética, hasta políticos.

Pero vamos a dejar de lado la discusión moral, para concentrarnos en el mecanismo elegido por Obregón para ser madre a los 68 años: el vientre de alquiler.

En algunos países del mundo, como Estados Unidos, las mujeres pueden acordar mediante un contrato alquilar su vientre a alguien que quiera tener hijos. Entonces se le implanta un embrión ajeno engendrado mediante fecundación in vitro. Luego la mujer que alquila su vientre atraviesa todo el embarazo. Al término de la gestación el bebé nace y es entregado a una tercera persona, es decir a quien alquiló el vientre.

En España la práctica es ilegal y se ampara en lo que algunos organismos internacionales sostiene que es una de las múltiples violencias que puede sufrir una mujer.

Es por esto que varias personas en España que quieren tener un hijo, pero que por la razón que sea no pueden, suelen viajar al exterior para conseguirlo. Hasta antes de la guerra, Kiev -la capital ucraniana- era el epicentro de los vientres de alquiler para los españoles. Sin embargo, Estados Unidos ocupa hoy su lugar.

Se estima que un alquiler de vientre puede costar en el entorno de los 120 mil dólares. En la mayoría de los estados que tienen esta práctica regulada se permite el alquiler a parejas homosexuales y a padres y madres solteras, y se establece quiénes son los progenitores legales de la persona en gestación cuando se firma el contrato, antes de que el bebé nazca. También le dan pasaporte y ciudadanía estadounidense a esos bebés.

O sea que cuando la familia vuelve a España tienen una partida de nacimiento a su nombre y la ley europea no puede vetar la inscripción de su hijo o hija en el Registro Civil. Este es el mecanismo que está utilizando Obregón.

Ya que estamos, hablemos de lo que pasa en Uruguay. La ley permite desde 2013 la gestación subrogada, pero tiene algunas limitaciones. La primera y más importante es que no se puede alquilar el vientre, la persona que ponga el cuerpo a la gestación no puede recibir dinero a cambio. Además, debe tratarse de la madre o la hermana de la mujer que no pueda llevar a término su propio embarazo.

El debate tiene muchísimas aristas y llegó para poner de relieve varias discusiones que tanto la sociedad española como otras sociedades se deben hace un buen tiempo.


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