La NASA lanzó por primera vez una nave espacial para desviar un asteroide de su curso

Fue un ensayo en caso de que la humanidad necesite un día impedir que una roca espacial gigante acabe con la vida en la Tierra.

Hasta ahora la ciencia espacial descubrió unos 20.000 asteroides cuya órbita podría eventualmente acercarlos a nuestro planeta.

No hay dudas de que se trata de una realidad bastante lejana e improbable para los próximos 100 años, pero aun así la ciencia quiere estar preparada para cualquier imprevisto que pueda surgir a millones de kilómetros de la Tierra. Un meteorito de gran tamaño es capaz de provocar una catástrofe planetaria.

Es por eso que la NASA lanzó en la pasada noche del martes una misión para estrellar deliberadamente una nave espacial contra un asteroide, un ensayo en caso de que la humanidad necesite un día impedir que una roca espacial gigante acabe con la vida en la Tierra.

Puede sonar a ciencia ficción, pero el DART (Double Asteroid Redirection Test) es un experimento real.

Su objetivo es Dimorphos, una "luna" de unos 160 metros de ancho, que rodea a un asteroide mucho mayor llamado Didymos de 780 metros de diámetro. Juntos, forman un sistema que orbita en torno al Sol. El impacto debería producirse en el otoño boreal de 2022, cuando el par de rocas se encuentren a 11 millones de kilómetros de la Tierra, el punto más cercano al que pueden llegar.

Para poner estas dimensiones en perspectiva, “el asteroide que acabó con los dinosaurios, de unos diez kilómetros de diámetro, era un verdadero gigante; la mayoría de los que se catalogaron no pasan de unos centenares de metros. Eso hace pensar que en el futuro, con la tecnología apropiada, sí que sería posible desviarlos de su ruta”, detalló El País de Madrid.

El proyecto implicó una inversión de 330 millones de dólares y es el primero de este tipo. La Nasa explicó que se concreta y se invierte este dinero porque si bien los científicos planetarios pueden crear impactos en miniatura en los laboratorios y utilizar los resultados para crear sofisticados modelos sobre cómo desviar un asteroide, estos modelos se basan en suposiciones imperfectas, por lo que quieren hacer una prueba en el mundo real.

Existe cierta incertidumbre sobre la cantidad de energía que se transferirá con el impacto, ya que se desconoce la composición interna y la porosidad de la pequeña luna. Cuantos más desechos se generen, más empuje recibirá Dimorphos.

Si bien esta es la primera vez que se hace un experimento de esta magnitud, en 2005 la NASA ya tuvo una primera aproximación al tema. Lo que hizo fue estrellar una nave de 400 kilos contra el cometa Tempel 1. La colisión apenas sí se notó, pero logró reducir la velocidad del cometa en medio milímetro por hora y, a la larga, afectó su trayectoria.

El momento del choque, que sucederá en octubre del año próximo, fue definido como “un espectacular despliegue de fuegos artificiales” y será registrado por una cámara de televisión que se suspenderá a cierta distancia desde una minisatélite que devolverá las imágenes a la Tierra.

La trayectoria de la nave espacial

La nave DART viajará por meses en el espacio. Diez días antes de colisionar, liberará una sonda con una cámara para registrar el impacto. La nave impactará a 23.760 kilómetros por hora contra dimorfo, un asteroide que orbita alrededor de Dídymo, otro asteroide más grande. Es esperable que el impacto modifique la órbita y la nave se destruya.

Sobre las dimensiones del asteroide la NASA considera peligroso cualquiera que supere los 140 metros y pueda aproximarse a menos de 10 millones de kilómetros. Tienen el potencial de arrasar ciudades con una energía varias veces superior a la de las bombas nucleares.

 


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