La producción de bidones plásticos en Uruguay se triplicó en los últimos días: así es el paso a paso de su fabricación

Trabajan más de 300 personas en una cadena de producción que no se detiene nunca y desde que comenzó la crisis hídrica en Montevideo y Canelones.

Uruguay aloja la planta de producción de envases plásticos más grande de Latinoamérica. Acá trabajan más de 300 personas en una cadena de producción que no se detiene nunca y desde que comenzó la crisis hídrica en Montevideo y Canelones, lo hace a capacidad completa.

"Nosotros somos fabricantes de preformas, de botellas y de tapas. En el caso de las preformas nosotros compramos la resina de pet, que es el material con el que se hacen en el exterior, básicamente en Asia o en Brasil, y mediante un proceso de inyección con máquinas especiales para eso, la transformamos en preformas", explicó a Telemundo el gerente de ventas de Cristalpet, Ignacio Severi.

O sea que recapitulemos: la fábrica en Uruguay compra la materia prima en el extranjero, que llega en la forma de pequeños granos de tereftalato de polietileno, un material sintético que es la base del plástico.

"Toda la materia prima que recibimos la descargamos y la enviamos a silos de aluminio para protegerlo de cualquier contaminación. Ese granito después se conduce a la zona de operación", dijo, por su parte, Enzo Baratella, ingeniero de proyecto de Cristalpet.

Allí se limpia, se le saca toda la humedad y se somete a un proceso conocido como inyección. "Durante la inyección el granito que te contaba hoy se funde, por lo que se llama la extrusión. Un proceso en el que la fricción hace que el grano se vaya fundiendo, transformando en un líquido con una consistencia similar a la de la miel", agregó Baratella.

Ese líquido se coloca luego en un molde metálico con las características de la preforma, el tubo que antecede al envase de plástico. "Esa preforma se enfría en el molde, es retirado por un robot y se almacena en las cajas que vemos acá. Estas cajas ya son el producto final para nosotros", detalló el ingeniero.

Hasta acá, nada en este proceso es sostenible porque se hace todo con materias primas nuevas. Pero a fin de año la empresa espera poder poner en funcionamiento una máquina adquirida hace pocas semanas y que permitirá completar el proceso de reciclaje en Uruguay.

Hoy en nuestro país las botellas se clasifican, limpian y trituran. Pero no existe una máquina capaz de procesar esa especie de viruta de plástico usado que queda al final del proceso para convertirlo nuevamente en envases. Por eso se hacen subproductos derivados de ese plástico o se vende la viruta al exterior. La nueva maquinaria cambiará esa realidad.

"Vamos a ser capaces de hacer una botella de una botella porque el pet tiene esa característica: es 100% reciclable. Puede hacerse mil veces, o cien o infinitas veces un envase nuevo de un envase anterior", cerró.


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