La revolución de la fotografía instantánea: de la Polaroid hasta Instagram

Las cámaras Polaroid son de alguna manera la antecesora al consumo de fotografía digital y de bolsillo. Su estética y usos artísticos fueron tan fuertes que influyó en la creación de Instagram.

Apuntar, disparar y ver.

Esa es la lógica con la que en 1948, el inventor Edwin Land lanzó al mercado una pequeña cámara que, sin saberlo, revolucionaria no solo a la fotografía como tecnología, sino también sus códigos y lenguajes narrativos.

Para contar la historia de las famosas Polaroid hay que viajar a las navidades de la década del cuarenta en Estados Unidos. Fue entonces cuando se pusieron a la venta 57 unidades de una cámara que prácticamente se vendía sola. Ofrecía sencillez, facilidad y -lo más novedoso- impresión al instante. Las cámaras se agotaron todas en un día.

La magia de esta técnica está en la película. El papel fotosensible se expone a la luz cuando el obturador se abre y captura la imagen. Luego la cámara expulsa el papel por la abertura. Es ahí cuando unos rodillos esparcen los químicos situados en la parte ancha del papel y listo. Fotografía en un instante.

El invento llegó, por ejemplo, a la tapa de la revista Life donde se lo catalogó de “cámara mágica” y a su creador como un “genio”.

El formato rápidamente se volvió una técnica de culto y fotógrafos como Ansel Adams y Chuck Close lo adoptaron de inmediato. Aun así, el fotógrafo que más supo posicionar a la Polaroid fue Andy Warhol.

Este artista, que es considerado uno de los más influyentes del siglo XX, capturó la escena neoyorquina alternativa de la década del setenta. Warhol solía decir que tenía “una enfermedad social” que lo hacía salir todas las noches. "Si me quedo en casa una noche, empiezo a esparcir chismes a mis propios perros", bromeaba.

De esta forma montó un diario visual en base a fotografías instantáneas. Sus únicas dos condiciones para considerar que una foto era buena debían ser que la imagen estuviera enfocada y que el lente apuntara a una persona famosa. De esta forma, las polaroid de Warhol se transformaron en una leyenda urbana en el ámbito del arte, las celebridades y el universo queer.

El impulso pop de Warhol fue suficiente para que en su mejor año Polaroid vendiera mil millones de películas.

Pero con la llegada de la fotografía digital, la técnica perdió su impulso. La empresa se declaró en bancarrota en dos oportunidades hasta que finalmente fue adquirida por un grupo de emprendedores que hasta el día de hoy mantiene vigente el formato. Aunque claro, es difícil competir con la cámara que la mayoría de las personas hoy llevan en sus bolsillos todo el tiempo y a todas partes: el celular.


Las Más Vistas