Lo que los asombrosos hallazgos de unas cámaras trampa instaladas en Lavalleja revelaron sobre la fauna local

Dos jóvenes de Solís de Mataojo instalan cámaras trampa en zonas silvestres y divulgan sus hallazgos en la cuenta de Instagram Uruguay Fototrampeo.

Hace unos días nos sorprendimos porque se viralizó un video de un aguará guazú en una localidad de Salto. En ese caso fue por un video improvisado, pero también existen varios grupos de aficionados y profesionales que hacen un seguimiento de nuestra fauna a través de cámaras trampa.

Unos de ellos son Agustino y Valentina, que desde hace algunos meses difunden sus hallazgos a través de la cuenta de Instagram Uruguay Fototrampeo. Ninguno de los dos son biólogos, de hecho Valentina es docente de inglés y Agustino trabaja en el mantenimiento de un frigorífico. Pero su cercanía con las sierras -viven en Solís de Mataojo- los motivó a querer descubrir más sobre su fauna.

Su comunidad en Instagram junta ahora más de 10 mil seguidores y cuentan con la colaboración de biólogos que les aportan información sobre sus hallazgos.

La historia de Uruguay Fototrampeo

Empezó de casualidad, como un experimento, una curiosidad inocente. Y terminó con una comunidad de más de 10 mil interesados que, como ellos, querían conocer más acerca de los secretos de la fauna que habita las sierras de Lavalleja.

Estamos hablando del proyecto Uruguay Fototrampeo, una cuenta de Instagram que desde hace cinco meses es alimentada con el trabajo desinteresado de Agustino y Valentina, dos serranos que están lejos de la Academia, pero bien cerca del campo.

"El proyecto es difundir las especies que tenemos acá cerca que poco se conocen", dijo Agustino.

"Empezamos a compartir, la gente nos ponía que era imposible que fuera en Uruguay. Que eso no existía", agregó Valentina.

Empezaron con una cámara para ver si aparecía algún animal y los hallazgos de diferentes especies en acción sirvieron como combustible para alimentar su entusiasmo. Así compraron más cámaras para cubrir más zonas silvestres y generaron un vínculo con el entorno.

"Cuando empezás a ver todo el movimiento que hay, que aparece un guazuvirá, que aparece un gato, un carpincho, la familia. Ves cómo van creciendo", dijo Agustín.

"El más destacado sería cuando aparecieron dos margay juntos, como jugando. Los expertos dicen que es una pareja en celo. Hemos visto que a ella se la nota como con más panza y esperamos ansiosamente dentro de poco ver la cría", contó Valentina.

"Incluso nos pasó que hay gente que le gusta y dicen que es un milagro lo que logramos porque siempre son más solitarios", expresó Valentina.

"Biólogos tenemos varios que ya los tenemos en Whatsapp y siempre cuando vemos algo que no sabemos qué eso algún comportamiento medio extraño les mandamos los videos y les pedimos que nos cuente qué se está viendo acá"

Las cámaras trampa funcionan con un sensor que detecta cuerpos calientes en movimiento y disparan capturas de 40 segundos.

"La rutina es ir y ver cuánta batería les queda a las cámaras, ver si está todo correctamente que a veces pasa que algún animal se acerca mucho y olfatea y la corre. A ver si hubo movimiento en esa semana para ver si tenemos que cambiar de lugar", dijo Valentina.

Sobre el futuro del proyecto, Agustino y Valentina cuentan lo siguiente:

"Como docente también me gustaría, que lo han hecho, acercarse más al material y compartirlo con los alumnos", indicó Valentina.

"Que se aprenda para cuidar. El desconocimiento hace un poco que se cuide poco, que se le de poca importancia. Que miren las sierras y digan qué cantidad de leña hay. Lo único que se le ocurre a mucha gente. No cuidan porque no saben que todo eso está ahí", dijo Agustino.

"No podemos cuidar lo que no conocemos", agregó Valentina.

 


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