Los árboles más antiguos del mundo tienen más de 5.000 años; sin embargo, su ciclo también llegará a un fin

Identificar al árbol más antiguo del mundo es un gran desafío: un colectivo de científicos en Chile afirmó esta semana que identificó al más longevo.

Habitaban la Tierra mucho antes de que el ser humano desarrollara la escritura, inventara la máquina de vapor o descubriera la electricidad. Se trata de árboles milenarios, organismos extremadamente especiales.

“Estos árboles vieron surgir y caer imperios, cambiar sociedades y pasar generaciones de seres humanos por la faz de la Tierra. Por todo esto, no es de extrañar que muchos científicos se muestren interesados por el estudio de estos viejos habitantes de la Tierra”, apunta una investigación publicada en la revista National Geographic.

Pero, ¿cómo se explica que estos árboles puedan sobrevivir por miles y miles de años? Un crecimiento lento, una gran capacidad de regeneración y mucha tolerancia y resiliencia ante el estrés ambiental -como temperaturas extremas, falta de nutrientes o sequías- son los factores clave que explican la longevidad extrema de los árboles milenarios de todo el mundo, señala la agencia científica Sinc.

Además de esta respuesta ecofisiológica tan eficiente, los árboles más antiguos del planeta tienen un crecimiento que se toma sus pausas, pero que se reinicia varias veces durante el ciclo vital de cada espécimen, lo que alarga por años y años su longevidad. Lo curioso es que el 99% de la corteza del tronco está formado por tejidos muertos que protegen con gruesas capas de materia a los tejidos vivos.

A los científicos les interesa particularmente este potencial, tan raro en el mundo natural, que suele llevar a estos árboles a morir por factores externos mucho antes de que lo hagan por razones fisiológicas asociadas al envejecimiento. Por eso es muy difícil estudiar qué tan lejos podrían llegar estos árboles en el tiempo.

Según un estudio publicado en la revista Trends in Plant Science en el año 2020 y titulado “Los árboles longevos no son inmortales”, “la probabilidad de morir de cualquier organismo, por muy tolerante y resiliente que sea al estrés, aumenta con el tiempo. Por cuestiones de azar, es realmente muy difícil que algún organismo pueda sobrevivir tantos años a diferentes amenazas externas”.

Es decir, que con el paso del tiempo, las limitaciones estructurales que impone el ambiente son la principal causa de muerte de las especies vegetales más antiguas del planeta.

El estudio cierra señalando que este crecimiento milenario y sus ramificaciones tienen un límite. No obstante, la ciencia no sabe dónde se encuentra exactamente ese límite. Algunos individuos pueden vivir miles de años más que sus pares y las razones se desconocen.

La ciencia igual los sigue analizando. Es que una forma de vida que lleva más de 5.000 años en la Tierra seguro tiene algo para enseñarnos.


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