Los microrobots de uso doméstico quieren cambiar la forma de combatir enfermedades

En un futuro, estos microrobots podrían innovar en terapias no invasivas.

Cuando el doctor Metin Sitti era niño, podía pasar horas observando los movimientos de gusanos y medusas.

Lo que ese niño no imaginaba es que años más tarde se convertiría en un científico de prestigio y que observar gusanos y medusas le serviría para desarrollar su mayor invento: robots micrométros.

Se trata, según dijo a El País de España, de “dispositivos blandos capaces de deformarse y moverse por dentro del cuerpo humano como si fueran orugas”.

Para fabricarlos, hay que prescindir de chips, circuitos, motores y otros componentes típicos de los robots tradicionales. “Ni siquiera entra una batería, y eso es un gran obstáculo”, explicó el científico. Y agrega que, para fabricarlos, su equipo utilizó el magnetismo.

Es decir que una vez que el microrobot es inyectado dentro del cuerpo, los médicos pueden controlar sus movimientos con señales magnéticas externas.

El diario español detalla que de esta forma “se puede controlar no solo la navegación de estos dispositivos por el cuerpo, sino además dotarlos de otras funciones”. Por ejemplo, para poder utilizarlos en diagnósticos, tomando pequeñas muestras de tejido, o tratamientos de enfermedades, o sea cargando un fármaco.

La última innovación en este sentido, viene de la mano de unos microrobots que buscan imitar las células inmunitarias en el cuerpo humano y de esa forma “dirigir fármacos específicamente a las células de un tumor”.

“A veces, con quimioterapia, apenas un 3% del fármaco llega al tumor. De esta manera, podríamos aumentar la eficacia del tratamiento y además reducir los efectos secundarios”, explicó el creador de la tecnología.

El desarrollo ya está en una fase avanzada de pruebas en roedores y los médicos están observando una compatibilidad entre los robots con el cuerpo por lo que los ensayos en humanos podrían llegar en unos pocos años.

Los científicos aseguran que esto fue posible solo porque cuentan con financiamiento.

Cuando los científicos se dedican a producir ciencia y no conseguir fondos, es que surgen las innovaciones más interesantes.


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