Los museos más extravagantes del mundo: desde sopa instantánea hasta collares de perro

Más allá de la Mona Lisa, el David o Las Meninas, existen miles de objetos ordinarios que fueron a parar a una vitrina y nos revelan hasta dónde puede llegar la creatividad humana.

Hay un dicho popular que dice que si querés transformar un objeto ordinario en uno extraordinario, alcanza con ponerlo en un museo.

Los museos son una ventana a las costumbres, tradiciones y obsesiones de los humanos de hoy y de los que estuvieron antes que nosotros. Pero más allá de la Mona Lisa, el David o Las Meninas, existen miles de objetos ordinarios que fueron a parar a una vitrina y nos revelan hasta dónde puede llegar la creatividad humana.

Repasemos entonces algunos de los museos más exóticos o extravagantes del mundo.

El primero de esta lista es el Museo Subacuático de Arte en Cancún, México. Esta atracción turística abrió sus puertas en 2009 y alberga más de 500 esculturas y objetos sumergidos que con el paso del tiempo se volvieron el hogar de especies marinas de todo tipo y color. De esta forma, el MUSA es una exploración por el mundo del arte y también la biología.

La gastronomía asiática tiene una obsesión con los caldos y los fideos. Tanto es así que desde 1999 en la ciudad de Osaka, en Japón, existe el Museo del Ramen Instantáneo. Se trata de un recorrido por la historia de este plato y una inmersión a todos los caminos que existen para su preparación. Una experiencia de culto para todos los fanáticos de la comida oriental.

Reino Unido es sede de otro de los museos más extravagantes, el Museo del Collar de Perro. Una exposición artística permanente que cada año es visitada por medio millón de personas. El museo tiene más de 100 collares diferentes, de todos los momentos históricos con documentos inéditos sobre el vínculo entre los caninos y los humanos.

En la ciudad turca de Avanos existe uno de los museos colaborativos más raros de todos: el Museo del Cabello. Su origen se remonta a 1979 cuando el dueño del lugar comenzó a juntar mechones de cabello de extraños y conocidos. De esta forma empezó a montar una colección que al día de hoy tiene más de 16 mil mechones rotulados con nombre y origen. La colección se extiende cada día porque cada visitante puede dejar su aporte capilar.

En el Museo de las Relaciones Rotas, en Croacia, cada objeto cuenta una historia de amor y desamor. Es que expone y recopila objetos que quedaron huérfanos luego de diversas separaciones amorosas, como zapatos, libros y fotografías.

También están el museo de los falos, en Islandia, el del pan en Alemania, el del helado y hasta el museo de la selfie. Es que ya lo dijimos, cualquier objeto ordinario puede volverse extraordinario; solo que hay que exhibirlo en un museo.

Historia de los museos

La historia de los museos se remonta a las culturas griegas y egipcias. En estas civilizaciones, en el siglo 3 antes de Cristo, se construyeron edificios que tenían varias funciones: Biblioteca, anfiteatro, observatorios, jardines botánicos, colecciones zoológicas.

Eran una mezcla entre universidad y museos, porque allí el hombre acumulaba conocimiento literario, científico y filosófico.

Luego, con el paso de los siglos, llegó el Renacimiento y se le dio mucho interés a las civilizaciones del pasado. A su vez, es la época en la que se reconoce la figura del artista.

Sin embargo, no es hasta la revolución francesa y posteriormente la revolución industrial que se concreta la idea moderna del museo.

Durante todo ese período los museos crecieron en diferentes partes del mundo a ritmo muy dispares, pero siempre con cierta arrogancia y distancia de su público.

Con la llegada de las nuevas tecnologías y la expansión turística en todo el mundo, los museos empiezan a reconvertirse ya  rescatar parte de la cultura que en los museos tradicionales se pierden.


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