Los secretos de la muerte de Beethoven escondidos en el ADN de un mechón de pelo

Antes de morir, el músico escribió una carta en la que les pedía a sus hermanos que hicieran públicos los motivos de su enfermedad para que alguien, en algún momento, pudiera comprenderla y explicarla. 

Ludwig van Beethoven fue uno de los mayores compositores de todos los tiempos. Se cree que su forma de componer influyó en la música para siempre. Sin embargo, su vida estuvo atormentada por el dolor y la mala salud.

Antes de morir, escribió una carta en la que les pedía a sus hermanos que hicieran públicos los motivos de su enfermedad para que alguien, en algún momento, pudiera comprenderla y explicarla.

Tuvieron que pasar casi 200 años para que la última voluntad del artista se cumpliera. Y para lograrlo, a la ciencia moderna solo le hizo falta un pelo.

Un artículo publicado en la última edición de la revista Current Biology, cuenta los hallazgos de un equipo de científicos que rescató cabellos que pertenecieron a Beethoven y secuenciaron su genoma para conocer más respecto a la biología del músico.

Por lo general, las mejores fuentes para extraer el ADN de una persona muerta hace 200 años suelen ser los dientes o los huesos del cráneo. Pero los investigadores no contaban con estos insumos, por lo que tuvieron que recurrir a cabellos resguardados en colecciones públicas y privadas.

Cruzando datos de ocho mechones obtenidos de fuentes independientes y muy bien documentadas, y utilizando modelos informáticos, los investigadores lograron confirmar que la muestra seleccionada perteneció efectivamente a Beethoven.

Una vez que la muestra estuvo confirmada, se analizó. Lo primero que los científicos buscaron responder era si la sordera que marcó la vida del músico tenía alguna base genética, pero no encontraron nada.

Lo que sí encontraron es que Beethoven tenía dos copias de una variante particular de un gen relacionado con la cirrosis hepática. También tenía copias únicas de dos variantes de un gen que causa hemocromatosis, una enfermedad que daña el hígado. Esta información, cruzada con registros históricos que apuntan a un consumo abundante de alcohol, podría explicar una muerte asociada a estos factores.

Al mismo tiempo, la información genética alojada en el cabello, señaló que Beethoven se infectó con el virus de la hepatitis B en los últimos meses de su vida, lo que deterioró su salud de forma irremediable.

Pero había algo más oculto en su información genética. Al cruzar el genoma de Beethoven con los de los miembros vivos del linaje Beethoven, se encontró que todos compartían esencialmente el mismo cromosoma Y, aquel que se hereda por la línea masculina. Todos menos el propio Ludwig van Beethoven.

Lo que los investigadores dedujeron fue que en algún punto del árbol genealógico del músico, alguien tuvo un hijo por fuera del matrimonio, pero aun así -por motivos sociales o legales- le atribuyeron el apellido de la familia Beethoven.

El genoma secuenciado del músico está ahora disponible para que cualquiera pueda analizarlo y, tal vez, encontrarse con nuevas sorpresas.


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