La ceremonia inaugural tendrá lugar en sus aguas, así como las pruebas de maratón de natación (exaguas abiertas) y de triatlón.
Hace un siglo que el Sena dejó de ser apto para darse un chapuzón, sin embargo, la llegada de los Juegos Olímpicos a la capital francesa fue la excusa ideal para ponerse manos a la obra en buscar una solución.
En las últimas, quedó inaugurado un nuevo tanque de tormentas, llamado "Catedral", cuenca o depósito gigantesco excavado en pleno centro de París.
El río Sena es una de las estrellas de la ciudad y ahora también se destacará en los juegos entre el 26 de julio y el 11 de agosto.
De hecho la ceremonia inaugural tendrá lugar en sus aguas, así como las pruebas de maratón de natación (exaguas abiertas) y de triatlón.
Para garantizar la calidad del agua del río, se creó una infraestructura de hormigón enterrada en el suelo que podrá recibir hasta 50.000 m3 de aguas pluviales y residuales en caso de fuertes lluvias. Unas 20 piscinas olímpicas.
El cilindro tiene 50 metros de diámetro y 30 de profundidad, costó unos 100 millones de euros y lamentablemente también se cobró la vida de un obrero en 2023.
El nuevo tanque tiene el objetivo de contener el desborde de las alcantarillas y guiarlas hacia las demás aguas residuales hasta una estación las depure, reduciendo así el agua no apta que comúnmente se vierte al Sena.
De todas formas, algunos técnicos advierten que si bien es una gran estructura, una lluvia muy copiosa podría saturar la obra y no poder contener las aguas contaminadas, lo que inhabilitaría los baños en el Sena, sin embargo la alcaldesa parisina asegura a que este tipo de fenómenos climatológicos no ocurren más de dos veces al año.
