Además el riesgo se agrava cuando disminuye el tiempo de sueño.
Investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) evaluaron qué ocurre con el uso de pantallas en niños y adolescentes respecto a la salud cardiometabólica. Para esto cruzaron datos sobre uso de pantallas, horas de sueño y tiempo de exposición a los dispositivos. A continuación, repasamos qué resultados obtuvieron.
Pasar demasiado tiempo frente a una pantalla —ya sea una tablet, un teléfono o un televisor— puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y metabólicas en los niños, según el estudio, publicado en la revista oficial de la Asociación Americana del Corazón.
Los niños y jóvenes que pasan demasiadas horas interactuando con pantallas y dispositivos electrónicos pueden presentar un mayor riesgo de enfermedades cardiometabólicas, como hipertensión arterial, colesterol alto y resistencia a la insulina. Además, estas condiciones hacen aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares o diabetes. Así lo indica la publicación.
Para saber esto se utilizaron datos de cohortes de niños de 10 y 18 años —más de 1.000 casos en total— sobre sus hábitos de uso de pantallas y de sueño; los investigadores analizaron la relación entre el tiempo de pantalla y los llamados factores de riesgo.
El análisis reveló que cada hora adicional frente a una pantalla aumentaba el riesgo de afecciones cardiometabólicas, siendo este incremento más significativo en los jóvenes de 18 años que en los de 10.
Además el riesgo se agrava cuando disminuye el tiempo de sueño. Según los investigadores, un niño que pasa tres horas diarias frente a una pantalla tendría entre un 10% y un 30% más de riesgo de desarrollar problemas cardiometabólicos que sus compañeros con menos exposición.
Aunque los efectos negativos de las pantallas sobre niños y adolescentes aún no generan un consenso unánime entre los investigadores, la mayoría coincide en que los más jóvenes están más expuestos al riesgo que los adultos.
