¿Por qué lloramos? Esta es la respuesta de la ciencia

Las lágrimas tienen una función fisiológica y es limpiar el ojo. Pero una de las grandes preguntas que se mantiene vigente para la ciencia es por qué nuestras lágrimas están conectadas a nuestras emociones.

Si hay algo que los investigadores de la evolución humana no le van a perdonar nunca a Charles Darwin es haber dicho alguna vez que las lágrimas no tenían ningún propósito.

Darwin estaba equivocado. Hoy la ciencia sabe que las lágrimas tienen un rol clave para la comunicación, que trasciende la fisiología y se encamina en terrenos que el avance del conocimiento aún no pudo resolver cómo explorar.

Pasando en limpio años y años de investigaciones, podemos afirmar que, por lo general, los humanos producimos tres tipos de lágrimas: basales, reflejas o psíquicas.

Empecemos por las basales. En pocas palabras, estas lágrimas son las que mantienen los ojos lubricados. Son las lágrimas basales las que se encargan de atender la irritación y el picor provocados, por ejemplo, por estar todo el día mirando pantallas o forzando la vista provocando que nuestros ojos se resequen.

Las lágrimas reflejas, por su parte, también ayudan a limpiar y lubricar los ojos, pero esta vez como una respuesta a elementos externos, como el contacto con el humo y la suciedad. Son las lágrimas reflejas las mismas que se activan cuando cortamos cebolla. Que dicho sea de paso, nos hace llorar porque la cebolla tiene un gas con azufre que en contacto con el agua de los ojos se descompone en ácido sulfúrico. Las lágrimas reflejas son exactamente aquellas que se producen para limpiar, por ejemplo, el ácido de las cebollas.

Son las llamadas lágrimas psíquicas las que inquietan más a los científicos.

La principal teoría que existe sobre el llanto emocional en seres humanos es que es una forma de mostrar a quienes nos rodean cómo nos sentimos. Esto nos permite compartir nuestra alegría, buscar consuelo o, si alguien nos lastima, hacerle ver el dolor que nos está causando.

Según los reportes, la teoría señala que el llanto emocional en las personas es una forma de exteriorizar a otras personas cómo nos sentimos. ¿Cómo se sustenta esto empíricamente? “En el hecho de que las lágrimas psíquicas tienen una mayor cantidad de proteínas. Esto las hace más viscosas, facilitando que queden adheridas a la cara y que, por lo tanto, no pasen desapercibidas”, apunta un artículo de Hipertextual.

Ad Vingerhoets es un psicólogo clínico holandés reconocido como el principal exponente sobre las lágrimas. En varios de sus libros, el especialista asegura que, en el pasado, las lágrimas se podrían haber conectado a nuestras emociones como un mecanismo de supervivencia. Nuestros antepasados tal vez se valieron del llanto para frenar a sus depredadores al mostrarse vulnerables y así disminuir el interés de sus rivales. Al mismo tiempo, esas mismas lágrimas sirvieron para expresar sentimientos cuando el lenguaje tal como lo conocemos todavía no existía.

Son muchas las preguntas que siguen girando en torno a las lágrimas emocionales y su impacto o no sobre la salud mental. Nadie sabe a ciencia cierta si alguna vez se encontrarán las respuestas que faltan.


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