Cuando comenzó "la guerra contra las drogas", su consumo no para de aumentar.
En las últimas horas circuló mucha información sobre la cocaína adulterada que provocó la muerte de 23 personas y 80 hospitalizaciones en Argentina.
A propósito de la situación en Argentina, repasamos el origen de esta droga desde un punto de vista científico.
La cocaína es un alcaloide que se extrae de la planta de coca. Se trata de una planta originaria de la región andina de América del Sur cuyos primeros cultivos con fines espirituales datan de hace milenios.
Por su parte, el clorhidrato de cocaína como compuesto químico se produce y se consume desde hace más de 100 años.
A mediados del siglo XIX los europeos lograron extraer y concentrar la cocaína de las hojas y su consumo comenzó a aumentar de manera exponencial.
Tanto es así que la cocaína se utilizaba en la fabricación de anestesias, bebidas, cigarrillos, cosméticos y varios medicamentos. Algunos médicos incluso la recetaban para diversas dolencias.
Freud experimentó con ella y hasta comenzó a recomendarla con un uso terapéutico.
En 1890 aparecieron los primeros informes médicos acerca de sus efectos tóxicos y su potencial adictivo sobre algunos consumidores.
En 1914 se firmó la Ley de Impuestos sobre Narcóticos de Harrison y comenzó "la guerra contra las drogas". Desde entonces su consumo no para de aumentar con Colombia como principal productor.
La cocaína tiene varios métodos de producción, dependiendo del tipo de consumo que se quiera lograr, ya que no solo puede esnifarse.
Según datos de El gato y la caja, el primer paso es mezclar las hojas de coca en un barril con agua y cal. A eso se le agrega kerosene para extraer la coca. Se separa entonces el líquido verdoso que es pasta cruda y se le agregan una serie de químicos. Luego de un proceso de filtrado y secado, se obtiene la pasta base que se diluye en acetona y se filtra. Se agregan más químicos y se obtiene la cocaína pura.
De 30 kilos de hojas de coca se obtienen 100 gramos de cocaína pura.
Al no estar regulado es casi imposible encontrar cocaína pura en el mercado. Se corta con otras sustancias para obtener más producto.
En un gramo puede haber 40% o menos de clorhidrato de cocaína. El 60% restante son “cortes”, como almidón, talco, anfetaminas, paracetamol, alucinógenos u opioides.
Los adulterantes pueden dividirse en fríos o calientes. Los fríos solo aumentan el volumen de la sustancia, mientras que los calientes buscan imitar los efectos farmacológicos de la sustancia. En Uruguay el más común –al menos en la adulteración de pasta base- es la cafeína.
El caso de la droga en Argentina sigue en estudio. Los primeros informes médicos sugieren un efecto brusco de la cocaína adulterada, como convulsiones violentas y a veces infartos fulminantes.
Es por eso que la principal hipótesis es el fentanilo, un opioide sintético con una potencia superior a la morfina.
Esta droga está reemplazando a la heroína y su consumo irresponsable causa miles de muertes por sobredosis al año.
Se utiliza legalmente para dolores crónicos muy fuertes provocados por enfermedades como el cáncer.
