"Una carrera fuera de control": expertos de todo el mundo firmaron una carta para pausar proyectos de inteligencia artificial

La inteligencia artificial avanzada podría desencadenar cambios muy profundos en el mundo.

“Hay muchas personas que piensan que el algoritmo es algo aséptico”, dijo la escritora española Marta Sanz en una entrevista reciente. Y agregó: “El algoritmo es un varón blanco que trabaja en un garaje y vive en Estados Unidos. Esto se refleja en el tipo de preguntas que se formulan a través de las máquinas, en el tipo de categorías que se hacen. En fin, el algoritmo nos está hablando desde algún lugar y debemos identificarlo”.

Estas palabras son la introducción perfecta para una noticia que en las últimas horas dio la vuelta al mundo. Más de 1.500 expertos en tecnología -entre los que se destacan empresarios, investigadores e intelectuales- de todo el planeta, firmaron una carta abierta en la que le piden a todos los involucrados en la industria pausar los experimentos con inteligencia artificial. El objetivo, dicen, es recapacitar sobre las consecuencias que el desarrollo de este tipo de herramientas podría tener en un futuro inmediato.

Concretamente solicitan una pausa de al menos seis meses “en el desarrollo y pruebas de sistemas de inteligencia artificial” más poderosos que los lanzados hasta el momento, y que ya causaron fuertes disrupciones. Los expertos piden que el avance sea seguro y planificado, para evitar consecuencias desagradables.

“Desafortunadamente”, detalla la carta, “este nivel de planificación y gestión no está ocurriendo, a pesar de que en los últimos meses los laboratorios de inteligencia artificial entraron en una carrera sin control para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas que nadie, ni siquiera sus creadores, pueden entender, predecir o controlar de forma fiable”.

El espíritu de este tipo de movidas es generar conciencia respecto a que la inteligencia artificial avanzada podría desencadenar cambios muy profundos en el mundo, y que ante todo deberían ser planificados.

En esta misma línea, expertos latinoamericanos se encontraron hace pocos días en Montevideo para discutir estos temas y el 10 de marzo firmaron una carta pública. En el documento insisten en que la inteligencia artificial debería ser una herramienta “al servicios de las personas”, y que es prioridad usarla para “mejorar la calidad de vida, las condiciones laborales, económicas, de salud y de bienestar general”.

Al mismo tiempo, advierten que esta tecnología tiene la capacidad de “reforzar estereotipos o profundizar la desigualdad” y que cualquier uso o desarrollo debería regirse por principios de Derechos Humanos.

Por último, los especialistas uruguayos y del resto de Latinoamérica proponen “desarrollar criterios y estándares que nos permitan calificar estas tecnologías según sus riesgos de manera clara y transparente, para avanzar en políticas públicas que protejan el bien común sin obturar los beneficios del desarrollo tecnológico”.

Está claro que atravesamos un momento de quiebre en lo que respecta a inteligencia artificial.


Las Más Vistas