Sebastiano Benato es estudiante de Ingeniería y logró por tercera vez un promedio de 2,3 segundos en el armado del Pyraminx, un cubo piramidal.
Hace 48 años que Erno Rubik patentó el primer modelo de cubo Rubik de la historia. Desde entonces este particular juego de ingenio sedujo a millones de personas en todo el mundo e inspiró decenas de variantes y nuevas formas.
Este fanatismo llevó a que 2005 se fundara la Asociación Mundial del Cubo, una organización sin fines de lucro que se solventa con el trabajo voluntario de jugadores en todo el mundo. Esta asociación es la encargada de dar su visto bueno a las competencias que se organizan en diferentes países y se conocen como Speed Cubing. Hasta ahora participaron más de 100 mil competidores en torneos ejecutados en 140 países.
Uruguay no está por fuera de esta devoción por el cubo. En octubre de 2014 se organizó el primer campeonato nacional y desde entonces son bastante recurrentes con una comunidad ya formada hace años.
Pero también existen campeonatos regionales, como el que se celebró el pasado fin de semana en Lomas del Mirador, Argentina, y en el que un uruguayo de 19 años se cargó un récord sudamericano.
Sebastiano Benato es estudiante de Ingeniería y logró por tercera vez un promedio de 2,3 segundos en el armado del Pyraminx, un cubo piramidal. En segundo lugar quedó un argentino que alcanzó una marca de 2,7 segundos. Acá cada centésima de segundo puede hacer la diferencia.
Pero por fuera de América del Sur, el récord hay que rastrearlo hasta Nueva Zelanda, donde un joven logró armarlo en 1,66 segundos. Menos tiempo de lo que lleva leer estas palabras.
En la competencia cada participante tiene 15 segundos para observar el cubo, establecer una estrategia y luego armarlo. Pero para Sebastiano las cosas casi no terminan como él esperaba.
Ahora bien, ¿el armado del cubo Rubik es una cuestión de técnica o estrategia? En realidad, un poco de ambas. Para resolver el cubo hay que aplicar una suerte de algoritmo mental, una lógica universal que habilita a entender cómo funciona el cubo y, por tanto, cómo resolverlo.
Tanto es así que hay personas que pueden armarlo con los ojos cerrados. El récord lo tiene este joven de Estados Unidos, Tommy Cherry, que lo armó en 14,51 segundos.
El próximo 27 y 28 de agosto la Asociación Uruguaya de Speedcubing organiza una nueva competencia en el Piso Verde de la Facultad de Ingeniería entre las 8 y las 19 horas.
