Crítica de Manual del macho alfa y entrevista a Guillermo Kloetzer, su director

Carlos Dopico entrevistó a este biólogo egresado de la Escuela de Cine del Uruguay que escribió, filmó, produjo y dirigió este documental nacional.

Guillermo Kloetzer escribió, filmó, produjo y dirigió varios cortos premiados en festivales locales y del extranjero. Redrat, La Rata Retobada y Macho Marinos, con claros ejemplos de su particular estilo de realización. Sin embargo, desde mucho antes este biólogo, egresado además de la Escuela de Cine del Uruguay, comenzó a escribir a largo plazo, el guión de un largometraje que se consolidaría años más tarde: Manual del macho alfa.

“Fueron dos veranos de rodaje en Isla de Lobos y también fuimos a Península Valdés unos diez días para capturar algunos comportamientos que se dan en leones marinos que acá ya no se dan por densidad de población”.

Respecto a la filmación en Isla de Lobos, contó que “dormíamos en las instalaciones de las viejas industrias loberas y pesqueras del Estado que están a diez metros donde hay miles de lobos marinos que en las noches se llaman de madres a hijos y los hijos a las madres. Es un griterío constante. El olor es otra constante. Es una fiesta de la vida. Son 200.000 individuos reproduciéndose, naciendo”.

Con imágenes que nada tienen que envidiar a realizaciones extranjeras, producto de más de trescientas horas de registro, un ingenioso guion, tan gracioso como irónico acerca del dramático proceso de esta especie 90% igual genéticamente que los humanos y el derrotero de dos personajes centrales: Adonis, el de los buenos consejos y Efesto el feo y torpe que ejemplifica lo que no hay que hacer, Manual del macho alfa presenta un paralelismo entre lobos marinos y humanos frente a la isla.

Ya fue colocado en más de sesenta países y desde esta semana se exhibirá en Uruguay.