No es la novena de la saga, en cuyo rodaje acaba de tener un grave accidente el doble de riesgo de Vin Diesel, sino un spin off, una comedia de acción cuyo título es "Hobbs and Shaw". La crítica de Carlos Dopico.
La saga de "Rápidos y Furiosos" continúa generando dividendos, captando la atención de sus fieles seguidores y alimentando la pantalla de testosterona, persecuciones, golpes de puño y frases morales sobre la unión de la familia.
Aquello que partió en 2001 con un grupo de ladrones de reproductores de DVD fanáticos de las carreras callejeras, y bajo un título en singular Rapido y Furioso se ha transformado ya en un bacanal desenfrenado de enfrentamientos a toda velocidad con visos de ciencia ficción.
18 años después de su irrupción, 8 capítulos y más de 2 mil millones de dólares de recaudación llega el primer spin off de la franquicia: Hobbs & Shaw
Se trata esta vez de una historia paralela centrada en los personajes que componen el alterofílico Dwayne Johnson y Jason Statham, Luke Hobbs y Deckard Shaw. Dos individuos antagónicos que descubren que han sido reclutados para trabajar juntos en un peligrosa misión para salvar el mundo.
El antecedente inmediato no es alentador: uno quiso matar al otro y el otro puso al primero tras las rejas, por lo que ambos se medirán durante toda la película, buscando la hilaridad en la enfrenta infantil entre un agente de la CIA y otro del Servicio de Seguridad Diplomática.
El villano, es Brixton una especie de robocop, que encarna el británico Idris Elba y que se posiciona casi como un producto de Marvel, un notable motociclista y sicario infalible, que forma parte de la organización Eteon, cuyo cometido es arrasar con todo aquel que interfiera en la evolución del hombre y la creación de una raza perfecta.
La película comienza con el secuestro de un virus letal, que para portarlo Vanessa Kirby, bajo las ropas de Hattie inyecta en su propia mano. De ahí en más, la trama será una cuenta regresiva mortal. Tiene tan solo 72hs para reabsorber las capsulas químicas de su cuerpo y poner a salvo el arma química.
Ella es el cuarto personaje de este largometraje coral, una mercenaria, independiente, hábil y empoderada que resulta ser la hna de Deckard y una víctima del encanto grotezco de Hobbs.
David Leitch, uno de los directores de acción mejor posicionados en Hollywood, responsable de títulos como “John Wick”, “Atomic Blonde” y “Deadpool 2” en tan sólo cuatro años fue el director designado de este spin off.
Su proeza se ve con claridad en varias escenas de vértigo: la persecución en descenso desde lo alto de un enorme edificio o el arrastre de Brixton desde los aires a más de 5 vehículos en pleno acantilado de la isla Samoa.
Según ha confesado, Arma Mortal fue su gran inspiración, un punto de referencia clásico que se ha transformado en la quintaesencia de una película de policías amigos.
Una vez más, se trata de una mastodóntica producción de acción, un relato inverosímil con canciones de reggaetón, y héroes indestructibles que pueden arremeter contra 10 mercenarios o remolcar ridículamente un helicóptero con la mano.
Exigirle más es esperar en vano. Al margen de esta cuestión, los fan de la saga en la nueva película van a encontrar todos los elementos tradicionales.
El largometraje dura 2hs 15 y es apto para mayores de 12 años.
Atención, hay una escena poscréditos y más virus de esta nueva producción.
