La orquesta juvenil del SODRE realiza sus audiciones anuales para músicos y solistas

Las audiciones serán en la sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional de lunes a jueves.

La orquesta juvenil del SODRE realiza, desde el lunes y hasta este jueves, sus audiciones anuales para músicos y solistas en la sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional. Los integrantes de la plantilla 2016 también tienen que audicionar para seguir formando parte de los 120 músicos que componen la juvenil.

Unos 200 jóvenes músicos de todo el país se presentan año a año a las audiciones para integrara la plantilla de la orquesta juvenil del SODRE y acceder tanto a una beca de estudio como al prestigioso programa de formación orquestal.

"Estamos muy contentos primero con la cantidad de postulaciones que tenemos, sobre todo también que muchas son del interior, que es hacia donde nosotros estamos tendiendo y apuntando fuertemente, pero el nivel viene más y mejor. Mejor en todo sentido, por la calidad de quienes se presentan pero también por los niveles de edades, cada vez son más chicos quienes alcanzan una mayor destreza técnica, cosa que nos entusiasma muchísimo", dijo director de la orquesta Ariel Britos.

"Ahí te das cuenta que aunque tengamos 20, 23, 10 u 11, todos podemos hacer lo mismo y consonar juntos", dijo Magali Noble, quien toca el violonchelo.

Si bien no hay un mínimo de edad para presentarse, la orquesta juvenil del SODRE tiene una programación artística muy exigente a lo largo del año y necesita que los instrumentistas, tengan la edad que tengan, puedan superar técnicamente las obras y enfrentar las dificultades del repertorio.

Según los aspirantes, puede llevar entre seis o siete meses de estudio preparar los fragmentos de las sinfonías que se exigen en las audiciones, donde los nervios juegan un papel determinante y es importante aprender a controlarlos.

Britos señaló que en el caso de los músicos que ya venían formando parte de la orquesta, se examina su grado de evolución, ya que se trata de un emprendimiento fuertemente académico que busca parámetros de excelencia.

Las horas con el instrumento son vitales, pero también lo son el trabajo en equipo y la sana competencia.

"Para tocar en una orquesta y tocar bien primero hay que trabajar sobre uno mismo, es la superación personal, después es la inserción en el colectivo y, por último, poder demostrar todo eso en un escenario para compartirlo con el público", dijo Britos.

La juvenil ensaya cuatro veces por semana, a lo que se suman seminarios, campamentos, invitados extranjeros y otras actividades. El SODRE le facilita alojamiento, traslados y maestros a los jóvenes del interior que integran la orquesta.

"La orquesta que le sigue a la orquesta juvenil es una orquesta profesional, la del SODRE o la Filarmónica, entonces la oportunidad que tenemos nosotros de integrar una orquesta siendo tan jóvenes es algo muy enriquecedor," cuenta el violonchelo de 19 años Joaquín Romero.


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