La película está compuesta por relatos breves de entre 40 segundos y 12 minutos, todos de géneros diversos y con temáticas que dialogan con la actualidad.
Con 'Homo Argentum', Guillermo Francella vuelve a ponerse bajo la dirección de Mariano Cohn y Gastón Duprat, en una película episódica que atraviesa con humor, crítica social y una fuerte carga emocional distintas viñetas del ser argentino contemporáneo.
"Justamente el formato, que es muy original", cuenta Francella en entrevista con Telemundo sobre lo que lo sedujo del proyecto. "Yo vi una película hace 50 años del neorrealismo italiano que se llamaba 'Los monstruos' y después 'Los nuevos monstruos', de Dino Risi. Me había impactado cómo contaban en episodios o viñetas, con humor, con ironía, con crítica social, con bajada de línea. Y me envolvió la cabeza en aquel momento".
Inspirado por esas películas italianas, Francella le compartió la idea a sus directores. "Se lo conté a Gastón (Duprat) y le digo: ‘me gustaría que veas esta peli, a ver qué te parece’. Y la vio, le impactó mucho, dijo: ‘son crueles los tanos para llevar, porque eran duros. Pero eran muy interesantes’. Decían cosas, generaban temas", recordó.
De ahí nació la chispa para crear 'Homo Argentum'. "La idea de hacer esta película es de los tres. Una película episódica, atravesada por lo sociocultural, de actualidad, picante, con humor, con mucho abanico de emociones diferentes. La idea de que él haga los 16 personajes es nuestra", explicó el director Gastón Duprat.
Mariano Cohn, por su parte, señaló que esta película se gestó en paralelo a 'El encargado', la serie que también protagoniza Francella. "La manera de trabajar en El encargado es un poco el preámbulo de esta película, porque de hecho la idea surgió mientras estábamos filmando El encargado", sostuvo Cohn.
La película está compuesta por relatos breves de entre 40 segundos y 12 minutos, todos de géneros diversos y con temáticas que dialogan con la actualidad.
"Todas las historias están llenas de temas que nos atraviesan. Y si bien son individuales, cada historia, cada minipelícula es individual, la suma de todas ellas arma un hilo conductor, que es una reflexión sobre el presente", según Duprat.
En cada uno de esos relatos, Francella encarna a un personaje distinto, y para él esa versatilidad fue un desafío seductor. "Me gusta comprometerme, me meto. Cuando tenés un gran guión detrás, siempre estás protegido. Siempre estás amparado con una historia, no tenés que improvisar. Hay un texto que te acompaña. Después vos lo llevás a tu cuerpo, le generás esto que pueden tener estos 16 personajes que son bien heterogéneos, bien antagónicos, pero que te permiten decir cosas, generar temas", expresó Francella..
Pero además del humor y la crítica social, Francella insistió en incluir un componente emocional en algunas de las historias. "Creo que no tenemos que ser solo mostrando ciertas incorrecciones. Yo creo que el papá con el hijo de 40 años que vive en la casa o el papá que despide a su hija en Ezeiza, algo va a generar, porque creo que nos representa eso. Nosotros no somos como los americanos, que los chicos terminan el secundario y se van a otro estado y se ven en Navidad. Nosotros somos pasionales y familieros. Yo tengo papás, amigos, que te digo, han envejecido con la ida de sus hijos", reflexionó.
Esa complejidad emocional y cultural también busca interpelar al público más allá del momento del visionado. La dupla de directores, conocida por su mirada crítica y su humor punzante, apunta a un cine que deje huella.
"Confiar en un espectador, un público inteligente, que va a estar viendo la película, que después de verla, la película no termina ahí. Se puede seguir debatiendo, discutiendo, que te podés emocionar, que te obligan a tomar posición en algunas de las cosas que suceden", sostiene Cohn.
"Está hecha desde ese lugar. Expresar ese punto de vista que no está expresado en ninguna serie, ninguna película, al menos argentina. No existe, digamos, una reflexión de este tipo. Así que nos parece que hace falta", cierra Duprat.
