Su muerte tuvo amplia repercusión en varios medios internacionales.
Fueron más de 50 años de carrera de uno de los mayores representantes del canto popular uruguayo. Formado como guitarrista clásico, rápidamente se incorporó a la canción militante y acompañó con sus composiciones las luchas sociales de América Latina y la oposición a las dictaduras que se instalaron en la región en los años 60 y 70.
Fue detenido en 1972 y tras una campaña internacional fue liberado. Vivió la dictadura uruguaya desde el exilio en Argentina y finalmente en Francia.
A su regreso compartió escenario con Mario Benedetti en el espectáculo “A dos voces”, que intercalaba música y poesía. También con figuras como Chico Buarque, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Joan Manuel Serrat.
“A desalambrar”, “Canción para el hombre nuevo”, “Gurisito” y “el Chueco Maciel” son algunos de los temas más conocidos de su extensa discografía que comenzó en la década del 60 y lo llevó a grabar su último disco en el año 2008.
Algunos años después obtuvo el Premio Graffitti a la trayectoria. Se había presentado por última vez en vivo el pasado viernes en la ciudad de Las Piedras.
Pocos días antes había participado en Bolivia en los actos por los 50 años de la muerte del Che Guevara. “El canto revolucionario que varias veces nos brindó siempre nos acompañará”, tuiteó el presidente Evo Morales a modo de homenaje.
La muerte de Daniel Viglietti recorrió este martes las principales publicaciones de América Latina y también de España, donde el cantautor Ismael Serrano tuiteó: “Que tristeza más grande”. Y remató con “hasta siempre, maestro”.
Personalidades de todos los ámbitos se acercaron al Solís a despedir los restos de Viglietti y reflexionaron sobre su influencia y su destacado trabajo.
