Termina la Semana de la Moda en Europa, con tendencias marcadas por las grandes firmas

Bordados, volúmenes y hasta un caballo sobre la pasarela es que lo se viene viendo en el evento.

El desfile de Chanel concebido por el artista contemporáneo Xavier Veilhan -con una decoración inspirada en las vanguardias artísticas del siglo XX- retomó elementos del mundo de la equitación y del minigolf para el espectáculo que albergó el Grand Palais de París.

Carlota, hija de la princesa Carolina de Mónaco, es una embajadora de Chanel y experta en equitación que participó en varios campeonatos de esta disciplina. También formó parte del universo que inspiró a la fundadora de la casa Gabrielle Chanel.

Por su parte, Dior celebró historia del bordado y la alta costura en un desfile en el que dominaron los tonos monocromáticos y la pureza de las líneas.

"Estoy obsesionada con el bordado, es muy personal, soy italiana, toda mi vida he visto a mujeres bordar: mi abuela, mis tías, mi madre. Siempre me ha fascinado, es todo un lenguaje con el que se expresan las mujeres", explicó a la AFP Maria Grazia Chiuri, directora artística de la colección mujer de Dior.

Las medias, las mallas, hasta los calcetines son bordados en la casa parisina, pero su novedad más importante estuvo en los vestidos: los bordados no se añaden a la pieza final, sino desde el principio, con lo que la vestimenta se va construyendo gradualmente, sin costuras.

Valentino apostó al estudio de la silueta y a los colores vivos creados por el diseñador de la firma Pierpaolo Piccioli.

El director de la firma, el estadounidense Daniel Roseberry, apostó a la ausencia del color, el dorado y a la inspiración surrealista.


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