La selección yanqui aplastó a Serbia en la final con una exhibición de talento basquetbolístico.
Estados Unidos cumplió con los pronósticos y derrotó a Serbia para coronarse por segunda vez consecutiva como campeón mundial de básquetbol. Los americanos sumaron 129 puntos contra 92 de los europeos, que solo pudieron ofrecer resistencia ante la exhibición de talento durante cuatro minutos.
La selección estadounidense se convirtió así en el tercer equipo en ganar dos copas del mundo, tras Brasil y Yugoslavia, y en el primero en ganar dos medallas de oro olímpico y dos títulos mundiales de manera intercalada.
