Julio Alonso desde Río en Carnaval se encuentra con un estadio mundialista descuidado y en malas condiciones.
Lulio Alonso visitó el Estadio do Maracaná en 2014, cuando sería escenario del mundial de fútbol de Brasil.
En 2017, lo volvió a visitar en su ciclo Río en Carnaval en La Tele. El abandono reinaba en el estadio utilizado también en los Juegos Olímpicos de 2016.
En las gradas faltan cientas de butacas, la mayoría aparecen amontonadas en rincones sucios. Las condiciones del pasto del campo de juego comueven: pastos altos, panes faltantes y amarillo predominante. Además hay daños en techos y vidrios.
Las cadenas internacionales no han dejado pasar esto. La Deustche Welle recogió un testimonio de un trabajador del estadio.
"Tal vez sería más barato renovar el estadio pero eso significaría romper los contratos. Como propietario del estadio, el estado de Río de Janeiro debe llegar a un acuerdo con el Comité Olímpico sobre el futuro del Maracaná. Hay que negociar para un acuerdo. Solo entonces comenzarán a pagarse las facturas", dijo el trabajador.
La sede de las finales de los mundiales de 1950 y 2014, escenario de apertura y cierre de los últimos Juegos Olímpicos deberá luchar para no quedar en el abandono.
