"Empezaron con insultos y me tiraron un par de piedras. Y yo reaccioné".
En este sentido, se afirmó:
“Íbamos saliendo con los jugadores al terminar el encuentro. El técnico había dicho que nos bañábamos en la sede. Yo como utilero espero que salga el último jugador y después cuando llego me dicen los jugadores que no salga porque había gente de Cerrito y yo tenía muchas cosas para cargar.
Empezaron con insultos y me tiraron un par de piedras. Y yo reaccioné. Quisieron venir a pegarme, pero me paré y no les dio para pegarme. Pero sí entre esos 20 y 30 había chicos, grandes, y empezaron a tirarme piedras. Y también a tirarle a donde estaban los jugadores, que habían cerrado la puerta. Rompieron cuatro, cinco vidrios del ómnibus.
A la entrada había policías, pero postpartido no había nadie. Fueron 15, 20 minutos heavy. Y yo en un estado de calentura fui a increparle a la Policía por qué no habían estado antes y por qué demoraron tanto”.
