El entrenador de la selección uruguaya compartió en El Espectador algunos recuerdos del astro argentino.
El entrenador de la selección uruguaya de fútbol, Óscar Washington Tabárez, mantuvo una extensa entrevista con el programa radial Tuya y Mía, en El Espectador, en el que habló del presente de la selección, la complicación por la pandemia, la evolución de algunos jugadores celestes y recordó anécdotas con Diego Maradona, fallecido en noviembre pasado.
Sobre el astro argentino señaló que no mantuvo un vínculo "más allá de las circunstancias", pero recordó varias anécdotas que reflejan la ya conocida calidad como futbolista de Maradona.
Tabárez fue técnico del club argentino Boca Juniors entre los años 1991 y 1993. Durante ese período, Maradona -que se encontraba sancionado sin poder jugar al fútbol- pidió para entrenar con el plantel. "Por supuesto que le dije que sí", contó Tabárez. "Como él estaba ahí, se me ocurrió ponerlo con los suplentes, y ¿para qué? Nos golearon. Fue una cosa impresionante, una cosa es verlo en el partido... hicimos repeticiones de las que se hacen, con desprendimiento de la pelota, se invade por el costado y entran a velocidad. Los centros que metió este hombre, a toda velocidad, mirando a la tribuna, sin necesidad de perfilarse demasiado. Las ponía justito para que los que entraban no tuvieran que hacer ningún esfuerzo para conectar la pelota", relató el entrenador.
El primer día de esa época que Maradona entrenó con el plantel de Boca, estaba previsto ir a los Bosques de Palermo a hacer trabajos "puramente físicos", indicó Tabárez, "y él dijo que iba, que lo quería hacer". "A los 15 minutos, cuando vieron que estaba ahí, era una aglomeración, un término muy de moda ahora, y se tuvo que meter en el ómnibus y no salir de ahí", contó el entrenador.
También recordó un encuentro por la Copa América de 1989, en la que Uruguay perdió la final con Brasil tras haber ganado 2-0 el encuentro anterior a Argentina. Tabárez, que en ese entonces era entrenador de la selección uruguaya, tuvo una charla con Javier Zeoli, que era el arquero uruguayo: "Yo le decía que (...)cuando el equipo con la línea de cuatro se acerca a la línea central, tenés que estar al borde del área porque si la pelota está en campo rival, no hay ningún jugador que te pueda meter un gol desde ahí".
Zeoli "en ese partido hizo lo que yo le dije, y nos agarró medio abiertos ahí. En cancha propia casi entrando al círculo, Maradona pone la pelota contra el suelo, y Caniggia que tenía una conexión con él que era algo impresionante, pica. Hasta yo de afuera me comí que iba para Caniggia, y este le pega al arco. Javier estaba pronto para salir a cortar a Caniggia, pero la pelota le pasa por arriba, se da vuelta Javier, creo que para ir a buscarla al fondo de la red, la pelota pega en el horizontal y le cae en la mano". La anécdota no termina ahí. Cuando terminó el encuentro y el plantel uruguayo estaba festejando por haber obtenido el pasaje a la final contra Brasil, Zeoli le dijo a Tabárez: "Vio maestro, que había uno".
