Llegan tras pasajes no demasiado exitosos por el exterior, aunque los dos destacaron cómo esas experiencias los hicieron crecer y por qué están felices de haber vuelto.
Nicolás López tenía 17 años cuando el entonces entrenador del Club Nacional de Football, Juan Ramón Carrasco, lo mandó a la cancha. Y fue figura: tres goles en tres partidos. Tanto que se fue enseguida de la institución para Italia, en una situación bastante irregular por insistencia de su representante, que dejó mal sabor de boca en los tricolores. Ahora, el "Diente" pegó la vuelta.
Cinco años estuvo en el Viejo Continente, con solo doce goles y presencia irregular en cancha en su paso por la Roma, Udinese y el Granada de España, su último club. Pero a pesar de esa falta de constancia, López volvió al bolsilludo como una incorporación estelar de cara al Torneo Clausura y la Copa Libertadores.
"Muchos dirán que fue un fracaso, pero la verdad que no", dijo el delantero a la prensa tras su presentación. "Porque quería volver desde un principio a Nacional, volviendo joven. Y la verdad que tengo contrato allá todavía por cuatro años y estoy contento de estar en mi casa". López agregó que está bien físicamente ya que nunca tuvo ninguna lesión y llega de estar entrenando con el Granada.
Pero no fue la única novedad del martes en Nacional. Hubo otro retornado: Cristian Tabó, que llegó hace un año al tricolor como un destacado y veloz jugador de Racing para pasar desapercibido en la última etapa de Álvaro Gutiérrez como DT del club. Pasó seis meses en México, y con el respaldo del actual entrenador Gustavo Munúa, volvió.
"Muy contento de que el club haya contado de vuelta conmigo para las grandes cosas que está planeando", dijo a la prensa. Agregó que peleará por su puesto en un plantel con una buena cantidad de delanteros. También aseguró que su pasaje por el fútbol azteca lo hizo crecer, aunque se mostró feliz por haber regresado por el apoyo de su familia y sus compañeros.
