Agustín Basso, el enviado especial de NSTV, el canal de Nuevo Siglo, habló con una de las figuras de los Teros en el Mundial de Rugby.
Felo, imagino que muchas sensaciones lindas después de todo lo que se vivió, todo lo que fue el marco y todo lo que se preparó este día, ¿no?
La verdad, increíble. Ya de por sí la gira esperando este momento fue bastante larga también. Y creo que no caímos en la situación en la que estábamos, más allá del tema organizativo, hasta que íbamos llegando en ómnibus al estadio. Era increíble, estaba lleno de gente con pilchas de Uruguay yendo a alentar. Un sueño de toda la vida jugar ahí. El partido es un poco difícil concentrarte en lo que es el entorno; capaz que en algún momento de pausa te das un poco cuenta, pero se disfrutó todo lo que se pudo. Una sensación ambigua en que nos sentimos relativamente bien en el uno contra uno y si hubiéramos reducido algunos errores bastante pelotudos que tuvimos capaz que hubiéramos podido reducir el score y hacer una diferencia más mínima que hiciera un partido un poco más decoroso.
Mucho se había hablado antes de la atmósfera del Millenium, del escenario, del ambiente que se genera con el fanatismo de la gente. ¿Cómo fue jugar ahí?
Increíble. El estadio estaba lleno, los galeses son mucho más emotivos que los ingleses, que capaz que son un poco más callados, más fríos. Estos le meten muchísima onda, el ambiente estaba increíble. Había bastante gente uruguaya que se hacía sentir. Después cuando terminó el partido y tuvimos un minuto para apreciar dónde estábamos, la verdad que increíble.
Pero además el público galés los terminó reconociendo a ustedes.
Eso estuvo buenísimo, la verdad que hay gente tan apasionada del rugby que aprecia el esfuerzo que hicimos y toda la entrega que tuvo el equipo la verdad que es espectacular y nos deja muy contentos.
Qué arranque de Uruguay, ¿eh? En un momento en la tribuna nos mirábamos todos como diciendo "qué está pasando acá".
Sí, algunos jodían y pedían la hora cuando íbamos 6-0. Creo que hasta ellos se sorprendieron, nosotros mismos en la cancha nos largamos a jugar; vimos que había posibilidades en vez de patear que era lo que habíamos previsto. Empezamos a jugarle, aparecieron algunos espacios, nos sentimos bien con la pelota, que creo que fue lo que nos faltó después en el correr del partido, que perdimos la pelota y se nos hizo cuesta arriba porque defendiendo te cansás mucho más. Después tuvimos algunas posibilidades de marcar que a veces pecamos un poco de impacientes y había que meter un poco de cabeza fría. Pero con el diario del lunes es un poco más fácil.
