Y Uruguay está perdiendo competitividad rápidamente frente a Brasil y Argentina.
Sin lugar a dudas 2015 fue un año de repunte para el dólar. La economía norteamericana consolidó su crecimiento, las familias aumentaron su consumo, el mercado laboral se fortaleció. Esto le dio los elementos necesarios a Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal, para subir las tasas de interés por primera vez en casi una década.
La suba de tasas de la semana pasada fue tan solo el comienzo de una política gradual de aumento que va a seguir en 2016 y 2017. En este contexto, es natural que el dólar se fortalezca frente a las monedas de los restantes países del mundo.
Las monedas internacionales se devaluaron así ante el dólar entre diciembre de 2014 y este mes de 2015:
Japón 0%
Euro 11%
Australia 12%
Nueva Zelanda 13%
Chile 14%
México 17%
Uruguay 23%
Colombia 42%
Brasil 47%
Argentina 51%
A excepción del yen japonés, todas las monedas han perdido valor frente al dólar. El euro y dólar están casi a la par: 91 centavos de euro compran un dólar.
El peso uruguayo, con 23% de devaluación, está muy por debajo de la que han atravesado nuestros principales socios comerciales, donde hay pérdida de valor de sus monedas de 47 y 51% respectivamente. Esto implica perder competitividad para Uruguay. Les resultamos un país más caro a brasileños y argentinos. Eso perjudica las exportaciones hacia esos destinos. A Brasil le venimos vendiendo 30% menos este año.
Al mismo tiempo, Argentina y Brasil también compiten a nivel internacional con nosotros y están proporcionalmente más baratos, lo cual implica un fuerte desafío de diferenciación para Uruguay.
Finalmente, el abaratamiento relativo de los productos de países vecinos produce una mayor llegada de estos al mercado interno, compitiendo con la producción local.
Todos estos factores son los que hacen q los exportadores uruguayos reclamen al gobierno que permita subir al dólar sin que el banco central intervenga. Y de algo hay que estar seguros: el dólar en Uruguay no puede despegarse de la tendencia mundial y va a seguir subiendo. La última encuesta de expectativas del Banco Central muestra que la mayoría de los analistas espera un dólar a más de $35 sobre fines del año que viene.
