Laura Raffo explica cómo ven los consumidores su situación económica actual.
Hace pocos días se dieron a conocer varias encuestas empresariales que mostraban un deterioro en las expectativas, y ahora les tocó a los consumidores. ¿Qué pasa con el Índice de Confianza del Consumidor?
Este martes se publicó el índice, resultado de la encuesta de abril. Tuvo una caída respecto a marzo y si lo comparamos con un año atrás está un 10 % por debajo. Esto significa que los uruguayos nos mantenemos en una zona de pesimismo.
Si el índice da 50 puntos, el consumidor es neutral: ni pesimista, ni optimista.
En agosto del año pasado por un único mes se logró superar los 50 puntos, si no hay que ir a mediciones de 2014 para ver zona de optimismo.
¿Por qué es importante esta medición para la economía? ¿Lo que piensan los consumidores impacta de manera directa? ¿Si se deteriora la confianza, se deteriora la economía?
Hay un vínculo directo. Las decisiones que toman las familias tienen consecuencias inmediatas.
Porque nosotros tomamos las decisiones de consumo pensando en qué ingresos tenemos hoy, cómo evolucionarán, qué va a pasar con el dólar, como va a estar el país y si me quedo o no sin trabajo. Todo eso se pregunta en estas encuestas.
De estas preguntas que se hacen en la encuesta de confianza, ¿hay algunas cuyo resultado haya que remarcar? ¿Cómo evalúa la gente su situación personal y la del país?
Precisamente hubo un deterioro de cómo el consumidor uruguayo ve al país y cómo ve su situación de ingresos y empleo.
Estos datos son los de la encuesta hasta abril y por lo tanto no toman en cuenta la fuerte suba del dólar que se produjo en mayo. En el de mayo, que será informado en junio, seguramente se recoja una fuerte caída de la Predisposición a la compra de bienes durables.
Por lo tanto, la confianza de consumidor seguirá seguramente instalada en una zona de pesimismo moderado.
