La confianza del consumidor en sus niveles mínimos de la última década: ¿qué es lo que más preocupa?

Lo que más se viene deteriorando es la predisposición de los uruguayos a comprar bienes durables.

Confianza del consumidor: índices se mantienen en los niveles más bajos de la última década

Los índices de confianza son herramientas muy poderosas para medir como puede evolucionar la actividad económica. Estos índices buscan detectar el estado de ánimo de los consumidores: cuán predispuestos están a hacer compras a gastar, cómo ven la economía y cómo se preparan para el futuro.

Son poderosos porque anticipan cómo evolucionará el consumo. Un consumidor con un alto de grado de confianza va a gastar más, hará compras y dinamizará a los comercios.

En tanto que un consumidor que tiene desconfianza, que tiene temores respecto de su trabajo, respecto de cómo marchará al país, va a retraer sus gastos y va a influir de manera negativa en los comercios y en las empresas proveedoras de servicios.

Lo que está sucediendo hoy es que el índice de confianza del tercer trimestre del año es el de menor confianza del consumidor en los 11 años en que se releva.

¿Qué es lo que más está preocupando a los consumidores?

Este índice se elabora con una serie de preguntas que abarcan situación económica del país, personal, y predisposición a hacer compras.

Lo que más se viene deteriorando en estos  meses del año es la predisposición de los uruguayos a comprar bienes durables. ¿Qué son estos bienes? Aquellos que compramos y los utilizamos un gran numero de veces. Como un auto, una heladera.

Y acá es bien claro el efecto de una menor confianza en  menos ventas. Por ejemplo, en lo que va del año se vendieron 6.600 0km menos que en el mismo periodo del año pasado, una caída de 17%.

Otros indicadores

Además del ICC también se relevan otros temas vinculados. Por ejemplo se le pregunta a la gente cómo ve la situación de desempleo, cómo cree que va a evolucionar el nivel de ingresos de su hogar, cómo ve la inflación.

Estos indicadores adicionales también han sufrido un deterioro. La gente tiene mayor temor al desempleo, ve sus ingresos estancados y además cree que la inflación será mayor.

En definitiva, estamos frente aun consumidor uruguayo que es consciente del deterioro que se ha producido en los últimos meses en la economía, que es cauteloso a la hora de consumir y que detecta un mercado laboral difícil.


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