Analizamos las perspectivas de crecimiento económico mundial para el FMI y el Banco Mundial.
Son lo que se llaman las reuniones de primavera, se hacen todos los años en abril y se consideran muy importantes porque se publica toda la investigación económica y se dan a conocer las proyecciones.
Este año las noticias no fueron demasiado auspiciosas.
Tras una aceleración generalizada del crecimiento mundial de casi dos años, la expansión económica se enfrió́ en el segundo semestre de 2018. Y se espera que este año se contraiga más.
Desde hace ya un año que uno de los principales riesgos a los que se enfrenta el comercio mundial y por lo tanto la economía es a la guerra comercial entre EE.UU. y China.
Si bien por ahora hay una tregua, las tensiones comerciales pueden estallar nuevamente y repercutir en otros ámbitos, como la industria automotriz, produciendo graves trastornos en las cadenas de suministro internacionales.
Por otro lado en economías grandes que afectan mucho al desempeño mundial. Como la zona del Euro y China, el crecimiento podría sorprender a la baja; por su parte, los riesgos en torno al Brexit continúan siendo agudos.
Finalmente tras un notable endurecimiento de las condiciones financieras a fines de 2018, los mercados recuperaron el optimismo a comienzos del año en curso. Pero aún persisten riesgos de que las condiciones financieras se deterioren.
América Latina en su conjunto va a crecer más este año que el año pasado pero el ritmo es lento, solo de 1,4%, lo que para mercados emergentes se considera bajo. Y como siempre las realidades son muy diferentes por países.
Para Uruguay las perspectivas del FMI son bastante más optimistas que las de las consultoras privadas.
