La inflación a 12 meses en julio se paró en 8,4 %, saliendo del rango meta previsto por el Gobierno.
En julio aumentaron los precios. Subieron en la mayoría de los rubros pero hubo dos en particular que lo explicaron.
Primero, el aumento de 9 % que Ancap aplicó a los combustibles (menos al gasoil y el supergás). Esto se reflejó en el rubro transporte, el que por lejos más subió en julio (1,4 %).
Segundo, las verduras y los panificados. En julio se mantuvo el comportamiento del mes anterior pero con alzas más moderadas. Subieron los zapallitos, los morrones, el choclo. También se incrementó el precio de la harina y así el de bizcochos y el pan.
Además, hay una variable que no podemos dejar afuera: el dólar. Pese a que el mes cerró con una caída en su valor frente al peso, cortando una racha de cuatro meses al alza, en la primera mitad de julio se registraron aumentos consecutivos y eso redundó en las expectativas y en la fijación de precios.
Así las cosas, la inflación en julio avanzó un 0,6 % (los analistas esperaba un 0,7 %) y subió un 6,5 % en los primeros siete meses del año. Y presten atención: en los últimos 12 meses acumulan los precios un incremento de un 8,4 %.
Esta cifra es la más alta en casi dos años, desde octubre de 2016. Pero además se ubica por tercer mes consecutivo por fuera del rango meta oficial y casi un punto y medio por encima del techo de 7 %. No es una cifra incómoda, no es una preocupación hoy para el gobierno ni para los analistas, pero nunca hay que perderla de vista.
