La pobreza disminuyó desde la crisis de 2002 pero hay fragmentación social en Montevideo que explica los actuales niveles de criminalidad, según investigación

Los investigadores del Centro de Estudios para el Desarrollo coincidieron en que la fragmentación se acentuó entre 2007 y 2017.

“Hay algunos problemas estructurales de nuestra sociedad y que se focalizan en Montevideo que son preocupantes: somos bastante más ricos que hace 15 años pero tenemos el triple de rapiñas que en el año 2002”, consideró el economista Agustín Iturralde, director académico del CED.

La investigación del Centro de Estudios para el Desarrollo en Montevideo y la zona metropolitana concluye que el crecimiento económico no basta para solucionar la fractura social y que la pobreza necesita otros abordajes, desde la educación, el empleo y la vivienda.

“Este año vamos a romper todos los récord de homicidios y vamos a estar por encima de muchos países que van a ser menos violentos que Uruguay en la medición de criminalidad”, señaló Iturralde.

Los investigadores coincidieron en que la fragmentación se acentuó entre 2007 y 2017. Por ejemplo, el clima educativo de los hogares en Montevideo mejoró levemente y puntualmente en las zonas costeras y céntricas de la ciudad.

Mientras que hay más presencia de jóvenes en asentamientos informales, con una edad promedio de 24 años, síntoma de una mayor infantilización de la pobreza.

El director de la Agencia Nacional de Vivienda, Salvador Schelotto, dijo que los planes de vivienda, la promoción de la inversión por zonas y el realojo de asentamientos son apenas una parte del rompecabezas.

“Los planes de vivienda son algunos de los esfuerzos más onerosos de la política pública que implican una inversión importante y contribuyen a la mejora, pero por si solos no resuelven situaciones de pobreza y exclusión política que tiene que ser integral”, consideró Schelotto.


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