La economía uruguaya continuó creciendo en julio-setiembre, registrando una expansión de 1,2% con respecto al trimestre anterior (considerando las cifras en términos desestacionalizados) y 3,0% en la comparación interanual.
Desde el enfoque de la producción, el crecimiento desestacionalizada se explica principalmente por la generación de energía eléctrica, que redujo la incidencia de los efectos desfavorables de la sequía experimentada en abril-junio. Las otras agrupaciones con incidencia positiva fueron “Industrias manufactureras” y “Transporte, almacenamiento y comunicaciones”. En cambio, la producción de “Actividades Primarias”, “Construcción” y “Comercio, reparaciones, restaurantes y hoteles” cayeron en el período.
Desde la perspectiva del gasto, el incremento interanual del PIB registrado en el tercer trimestre del año se explica principalmente por el comportamiento expansivo de la demanda interna, producto del aumento del gasto de consumo final y de la formación bruta de capital. Las exportaciones también registraron un aumento en el período, pese al deterioro que registraron las ventas externas de servicios.
