El fiscal iba a presentar una denuncia ampliada contra la presidenta Fernández y apareció muerto en un presunto suicidio que despertó muchas preguntas.
Hace un año del fallecimiento del fiscal argentino Alberto Nisman, quien debía presentarse ante el Congreso para ampliar una denuncia que había presentado contra la presidente Cristina Fernández y el canciller Héctor Timerman, por encubrimiento en el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994. Pero ese día apareció su cuerpo sin vida en su apartamento, en lo que parecía configurar un suicidio, si bien levantó muchas interrogantes que siguen sin probarse.
"Ha habido una alianza con terroristas", había dicho Nisman en un programa televisivo poco antes de su muerte, "nada de lo que se hace acá es sin la directiva expresa de la presidenta". El colaborador del fiscal, Diego Lagomarsino, contó poco después que fue él quien le dio un revólver porque este se lo pidió: "Pero vos tenés seguridad", recuerda haberle dicho Lagomarsino, "y me dijo 'ya no confío ni siquiera en la custodia'".
La fiscal Viviana Fein y la exmujer de Nisman, la abogada Sandra Arroyo, mostraron visiones distintas sobre el caso: Arroyo aseguró que su exmarido había sido asesinado, mientras que Fein siempre se mantuvo en la postura de que no había pruebas para hablar de un homicidio. Sin embargo, los datos para un lado y otro continuaron apareciendo durante meses.
A un año de su muerte, el hoy presidente Mauricio Macri prometió que echaría finalmente luz sobre el caso.
