El verano suele ser extremadamente caluroso en Río de Janeiro. Algunos días la temperatura llega a superar los 40ºC.
Para enfrentar la ola de calor, el zoológico de la ciudad incorporó una novedad este mes: equipó las jaulas de algunos animales con aparatos de aire acondicionado.
Y todo cuidado es poco con aquellos que tienen más dificultades para adaptarse a las altas temperaturas.
"Aquí en Río de Janeiro, el verano comienza muy pronto, entonces a partir de los 30 grados, ya empezamos a prestar más atención es este tipo de animales", dijo Leandro da Fonseca Pinto, biólogo del zoológico de Río, a cargo de los mamíferos.
Según el biólogo, cuando un animal está suelto puede buscar otras áreas más frescas. Pero en cautiverio hay que crearle ambientes diferentes.
Las frutas congeladas y hasta una especie de paleta helada también los ayudan. La vida del elefante parece más fácil: se abanica con sus propias orejas gigantes.
Y el fango que el animal se coloca en el cuerpo funciona como un protector solar.
El zoológico de Río de Janeiro, el más antiguo de Brasil, posee cerca de 800 animales entre primates, reptiles, pájaros, felinos y peces.
