Organizaciones ambientalistas denuncian que este desastre es un "recuerdo siniestro" de los efectos del cambio climático.
Las autoridades indias continúan las labores de rescate, incluyendo una operación para sacar a casi cuarenta trabajadores atrapados en un túnel, tras una avalancha ocurrida el domingo en el norte del país que ha dejado más de 170 desaparecidos y al menos 26 muertos.
Uno 1.000 rescatistas -incluyendo personal militar, policial y de desastres nacionales- reanudaron su operación de búsqueda desde temprano el lunes.
El derrumbe provocó la crecida repentina de un río y un torrente de agua que arrasó un valle, destruyendo todo lo que encontraba a su paso como carreteras y puentes.
La mayoría de los desaparecidos trabajaban en dos plantas de energía en la presa Richiganga. Algunos obreros quedaron bloqueados en dos túneles obstruidos por el torrente, de agua, barro y rocas.
Cuadrillas de rescate usaban maquinaria pesada para remover toneladas de rocas.
"Estábamos trabajando en el túnel cuando escuchamos gritos: ¡Salgan¡ ¡Salgan! No sabíamos qué estaba pasando. Empezamos a correr para escapar cuando la fuerza del agua entró a borbotones por la boca del túnel"
El torrente arrasó el valle del río Dhauliganga, destruyendo todo lo que encontraba a su paso como carreteras y puentes, según imágenes tomadas por habitantes aterrorizados.
Los pueblos en las montañas que rodean el río fueron evacuados y las autoridades aseguraron que el mayor peligro de inundación ya pasó.