Al menos 27 personas murieron y casi 200 resultaron heridas en los violentos enfrentamientos entre nacionalistas hindúes y musulmanes en Nueva Delhi

Vecinos acusan a la formación del primer ministro y al grupo extremista Rashtriya Swayamsevak Sangh de organizar un pogromo contra los musulmanes.

Son las peores escenas de violencia comunitaria desde hace décadas en Nueva Delhi, que en los últimos dos días derivaron en la muerte de al menos 27 personas y más de 200 heridos, en su mayor parte por disparos. La tensión es palpable en el noreste de la ciudad donde estallaron los choques entre hindúes y musulmanes, desencadenados por las protestas contra una controvertida ley. La violencia extrema se desencadenó el pasado fin de semana cuando un grupo de manifestantes bloqueó la carretera principal del barrio de Jaffrabad como protesta contra una ley que busca dar la ciudadanía a inmigrantes irregulares de Pakistán, Bangladesh y Afganistán, pero excluye a los musulmanes.

Más al norte se encuentran las áreas más afectadas por la violencia, donde ardieron decenas de tiendas y las calles fueron tomadas por turbas armadas con palos y pistolas.

La mujer explicó que los problemas comenzaron cuando Kapil Misra, un líder de la formación nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP), organizó una manifestación a favor de la ley muy cerca de la protesta de Jaffrabad y pronunció un discurso incendiario.

"El líder del BJP Kapil Misra trató de llamar a la violencia y la Policía cargó contra nosotros en vez de contra los que estaban causando problemas", relató a Efe Rahu, un joven del barrio.

Los vecinos acusan a la formación gobernante del primer ministro, Narendra Modi, y al grupo extremista Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS) de organizar un verdadero pogromo contra los musulmanes.

"La gente estaba cantando Jai Shri Ram (gloria al dios Ram), no sabemos de dónde vinieron", dijo Rahu, un eslogan que se ha convertido en el grito de guerra del nacionalismo hindú.

Los vecinos coinciden en denunciar la falta de acción de la Policía a la hora de controlar las protestas, que tuvieron lugar al mismo tiempo que la llegada a Nueva Delhi del presidente estadounidense, Donald Trump, en el marco de una visita oficial de dos días.

Modi, ocupado en recibir por todo lo alto al dignatario estadounidense, rompió su silencio este miércoles en Twitter llamando "a mis hermanos y hermanas de Delhi a mantener la paz".

El portavoz de la policía delhí, Mandeep Randhawa, informó por su parte en una rueda de prensa que el número de fallecidos ascendía este miércoles a 27 y el de heridos supera los dos centenares, al tiempo que reveló que hasta el momento han arrestado a 106 personas por los incidentes.

EFE


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