Uruguay fue el primer país en reconocerlo en 1965, y desde entonces otros 25 estados fueron por ese camino.
El Parlamento alemán aprobó prácticamente por unanimidad una resolución que reconoce como genocidio la masacre de armenios cometida hace más de 100 años por el imperio turco-otomano. Esto se produjo a pesar de las advertencias de Turquía de que las relaciones bilaterales se verían afectadas por la decisión.
El texto reconoce como "genocidio", un término rechazado por Turquía", la muerte de entre 800.000 y un millón y medio de personas en las matanzas de 1915, así como la responsabilidad alemana en ellas, ya que por entonces el país era aliado del imperio otomano. Hubo solo un voto en contra y una sola abstención entre los legisladores germanos, tras una hora de debate.
En un mensaje dirigido al gobierno turco, que habla tan solo de "matanzas" o "deportaciones", se aclaró que este actual no es responsable de lo ocurrido hace 100 años, pero sí es corresponsable de lo que ocurra con ello en el futuro.
Muchos historiadores consideran lo ocurrido en los albores de la Primera Guerra Mundial como el primer genocidio del siglo XX.
Pocas horas antes de la votación, el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan advirtió en un mensaje cargado de cinismo: "Alemania es un país en el que viven tres millones de turcos. Si pica el anzuelo, por supuesto que esto va a dañar las relaciones bilaterales a nivel diplomático, comercial, económico, político y militar".
No es la primera vez que Turquía hace bandera de este tema. Cuando otros países han tomado resoluciones similares, Ankara retiró temporalmente a sus embajadores y esta vez no fue la excepción.
El asunto adquiere otros tintes ahora por la relación entre los dos países. Algunos analistas criticaron el momento elegido por los parlamentarios alemanes en plena crisis migratoria. El año pasado el presidente alemán Joachim Gauck abrió las puertas al trámite parlamentario con una condena explícita de la masacre como genocidio. Días antes, el papa Francisco había descrito la masacre justamente con ese término y había provocado la furia de los turcos.
Turquía habla de una guerra civil con 800 víctimas, pero más allá de esas diferencias en las cifras, la batalla continúa en el campo diplomático. Una ley aprobada en 1965 convirtió a Uruguay en el primer país en reconocer el genocidio; desde entonces, 25 estados adoptaron resoluciones similares, aunque solo en cuatro tiene rango de ley: además de Uruguay, en Argentina, Francia y Chipre. También reconocieron el genocidio instituciones como el Parlamento de Europa, el Consejo de Europa o el pleno del Parlamento del Mercosur. Otros como el Reino Unido o Israel prefieren no poner en riesgo sus relaciones con Turquía.
