El politólogo Camilo López analizó las posibles salidas del expresidente de Brasil tras la ratificación de su condena.
El pasado miércoles el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, perdió una apelación judicial por una condena de corrupción en un tribunal de Porto Alegre. Además de que su fallo se ratificara, se le amplió la condena a doce años. ¿Está Lula más cerca de la cárcel que del sillón presidencial?
El politólogo Camilo López dialogó con Telemundo sobre esta situación.
Hay que tener presente es que en la ley de Brasil señala que, cuando una persona es juzgada en segunda instancia por corrupción, se queda inhabilitado a competir en las próximas elecciones. La Ley de Ficha Limpia señala que alguien condenado en segunda instancia no puede participar.
Si bien hoy está inhabilitado, esto no quiere decir que al 7 de octubre (la primera vuelta electoral en Brasil) no haya otras posibilidades para el que el expresidente Lula pueda ser candidato al buscar algún tipo de recurso.
Tiene dos instancias más para poder recurrir, tres si pide aclaraciones al tribunal de Porto Alegre, aunque no encontrará posibilidad de cambiar el fallo. Tiene la posibilidad de pedirle al Supremo Tribunal de Justicia que revea y anule proceso o elevarlo al Supremo Tribunal Federal, el máximo órgano, cuyas sentencias son inapelables.
¿Cómo repercute?
Tiene un impacto político muy fuerte a la interna del PT y todo el sistema político brasileño. Afecta a la interna del PT porque instalaron que hay una elección con una acción política del Poder Judicial y las élites brasileñas que quieren impedir que participe el candidato con la mayor participación electoral. Consideran que una elección sin Lula es una elección con Fraude. El PT parece no manejar un plan B aunque hay figuras.
¿Qué pasa en la oposición?
Tienen una situación compleja porque la centro-derecha brasileña, lo que es el Partido Social Demócrata Brasileño, está muy vinculada con la agenda del presidente Temer. Por otro lado está muy dividida la interna, no tienen bien definido un candidato a colocar.
El propio PSDB ha estado formando parte del gobierno de Temer y está llevando la mochila de las reformas nada populares como la de la seguridad social o la del trabajo.
¿Y visto desde el Mercosur?
Esto es terrible desde el punto de vista regional. Por más que Brasil esté pasando por un momento interno difícil. En el fondo hay una lucha de poderes, sobre cuánta acción política está tomando el Poder Judicial, que es criticado por el PT pero que a su vez irá a recurrir en otras opciones. Esto está impactando en la proyección regional e internacional y por lo tanto parte del capital que Brasil coloca en el mundo y del que Uruguay se beneficia.
Un Brasil distraído del escenario internacional complica las negociaciones que el Mercosur pueda tener con la Unión Europea.
Para tener una idea, el Brasil que hasta hace poco tiempo ponía muchísima de su fuerza para ser un actor de la escena global perdió la capacidad de estar en instituciones porque la crisis interna lo ha llevado a detenerse. La retirada internacional viene de antes de la destitución de Dilma Rousseff, por la difícil gobernabilidad.
