La Policía reveló la conversación del homicida de 49 personas con el servicio de emergencia.
"Juro lealtad a Abu Bakr al-Baghdadi, que Dios lo proteja, en nombre del Estado Islámico", dijo Omar Mateen, el asesino de Orlando, en una llamada al servicio de emergencias 911. "Estoy en Orlando y cometí el tiroteo", dijo el joven estadounidense de origen afgano al iniciar su comunicación.
Las autoridades afirman no tener evidencia por el momento de que las acciones de este hombre de 29 años hayan estado dirigidas por un grupo terrorista o inspiradas en ellos. El jefe de Policía de Orlando, John Mina, comentó en conferencia de prensa que en las tres horas que duró el sangriento episodio la Policía pasó de considerar el ataque como una situación de tirador activo a una de hombre armado con rehenes.
La transcripción de la llamada muestra que cuando la Policía entró a la discoteca Pulse, Mateen se atrincheró en un baño con un grupo de personas. De acuerdo con Mina, durante esas tres horas no hubo intercambio de disparos. El tiroteo se reanudó cuando comenzó la operación de rescate de rehenes y el atacante fue ultimado. Durante ese intervalo, los negociadores de las fuerzas del orden orlandesa mantuvieron tres conversaciones con el homicida.
La Policía respondió así a las críticas recientes sobre ese largo impasse, durante el que algunos heridos podrían haberse salvado.
